A diferencia del aclamado nuevo motor DJI, ZF no es un “verdadero” novato en el mercado de motores. Ya en 2018, la empresa, en cooperación con Sachs, lanzó el motor RS con un impresionante par motor de 112 Nm, que tras las últimas actualizaciones de firmware también destaca por su sensibilidad. Ahora, la empresa de Friedrichshafen, cuya fundación está estrechamente vinculada con las hazañas pioneras de Ferdinand Graf von Zeppelin, ha desarrollado un sistema de motor completamente propio “hecho en Europa”. Simultáneamente con los chinos de DJI, ZF presentó en Eurobike el Centrix junto con su ecosistema. Tras una primera prueba en el recinto de la feria, tuvimos la oportunidad de probarlo a fondo.

El motor Full-Power, que pesa unos 2,5 kilos, está disponible en dos versiones con 75 o 90 Nm de par máximo. La potencia nominal máxima es de 600 vatios en ambas versiones. El sistema tiene una estructura modular: las dos baterías (504 y 756 Wh) están montadas en un riel dentro del cuadro, lo que permite intercambiarlas sin necesidad de adaptadores. Un mecanismo de bloqueo asegura las baterías. El motor, de diseño cilíndrico y un diámetro compacto de 88 mm, facilita su integración en el cuadro. Algo interesante es que, a diferencia de otros motores, el ZF no tiene puntos de fijación con tornillos tradicionales, sino que se sujeta mediante cuatro tornillos, lo que permite un montaje y desmontaje rápidos.

Permite diseños de bici muy compactos

La unidad de control, ubicada en el tubo superior (“Core Controller”), actúa como interfaz para cinco componentes adicionales que pueden conectarse opcionalmente. Entre ellos, una pantalla táctil a color de 2,8 pulgadas o el “Pure Remote”, que se instala en el manillar y permite controlar la pantalla y los cuatro modos de conducción. Además, ZF ofrece a los fabricantes de bicicletas la posibilidad de conectar otros componentes, como cambios eléctricos o sistemas de iluminación. Próximamente estará disponible una aplicación que permitirá personalizar los modos de conducción o ajustar el comportamiento del motor tras dejar de pedalear.
DISEÑO INTERIOR INNOVADOR
ZF ha puesto especial atención al diseño interno de su motor de un solo eje. Un embrague de discos protege el sistema contra sobrecargas, y dos mecanismos de rueda libre, para el motor y el ciclista, garantizan una transmisión directa de la fuerza. El sistema está lleno de aceite, lo que asegura una lubricación continua y, según ZF, una vida útil de hasta 30,000 km.

La protección contra el agua cumple con el estándar IP67 y cuenta con sellos adicionales. Los conectores robustos, similares a los usados en la industria automotriz, se encuentran tanto en el motor como en el controlador del tubo superior. Para medir la velocidad, ZF utiliza un “Tone-Wheel”, que promete valores más precisos que un imán tradicional. Los sensores están sobredimensionados para facilitar futuras actualizaciones de software. El sistema de monitoreo incluye sensores de par, cadencia, temperatura y ángulo de inclinación.
PRUEBA INICIAL DEL ZF CENTRIX
El piloto de pruebas y corredor de Enduro, Julian Claudi, tuvo la oportunidad de probar el sistema en Weingarten, cerca de Ravensburg. El motor de 90 Nm impresiona desde el principio: es potente pero fácil de controlar. Su tracción es comparable a la del último motor Bosch CX. Sin embargo, durante las pruebas, se experimentaron algunas pérdidas de agarre cuando la rueda trasera perdía contacto con el suelo al superar obstáculos y volvía a tocar tierra. En estas situaciones, los motores CX y DJI reaccionan de manera más suave.

Centro neurálgico. ¡Super Hub! Sin el “Core Controller” nada funciona. Actúa como interfaz, pero también puede usarse como pantalla y elemento de control independiente. Además, ofrece conexiones para luces y otros accesorios.
El largo tiempo de respuesta en el modo dinámico “Sport” proporciona un apoyo fuerte pero controlado en terrenos difíciles. Es comparable al modo “Race” de Bosch, aunque no tan agresivo. La entrega de potencia varía especialmente en los modos “Sport” y “Boost”, adaptándose a las diferentes situaciones. Al arrancar con baja cadencia, la potencia es lineal, aunque podría ser más contundente. Cuando se aplica más presión a los pedales o el terreno se inclina, el motor se vuelve más progresivo, mostrando todo el potencial de su par máximo de 90 Nm. Al superar raíces, el embrague de discos es audible, pero no molesto. Subiendo pendientes, el motor emite un zumbido bajo y agradable. La pantalla es muy legible y los botones del control remoto tienen una excelente respuesta táctil.

CONCLUSIÓN
Al igual que el DJI, el motor ZF aporta aire fresco al mercado de motores. No solo destaca por su integración elegante, modularidad y excelentes características de conducción, sino también por su red europea de producción y servicio, que tiene un gran potencial.
