¿Los casquillos son malos?

Es una duda que nos puede surgir, por ejemplo, cuando compramos pedales nuevos

Despejamos las dudas sobre los casquillos
Despejamos las dudas sobre los casquillos

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En absoluto son malos, de hecho para determinadas aplicaciones su funcionamiento es muy superior al de los cojinetes de bolas. Su uso en el mundo del ciclismo arrastra una lacra relacionada con la aparición de holguras, en la mayoría de los casos provocadas por un manteniento nulo o inadecuado. Su funcionamiento se basa en el deslizamiento de una pieza sobre otra, hechas de un material altamente deslizante (tipo Teflon).

Algunos requieren engrase, otros no, pero lo que les sucede siempre es que si entra suciedad en el área de contacto actuará a modo de abrasivo desgastando los materiales. Mantener las superficies limpias es fundamental, y engrasadas si se requiere. Por ejemplo, los casquillos de fricción de las horquillas de suspensión son casi eternos si se hace un buen mantenimiento, porque siempre van lubricados. En el caso de los pedales, solemos acordarnos cuando la holgura ya ha aparecido, pero si los abrimos, limpiamos y engrasamos 1-2 o más veces al año tendrán una larga vida.

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