TEST BIKE: LAPIERRE ZESTY 914

El equilibrio es la cualidad más apreciada de la nueva y sorprendente Lapierre Zesty 914...

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TEST BIKE: LAPIERRE ZESTY 914
TEST BIKE: LAPIERRE ZESTY 914

¿Cómo funciona la suspensión de la.Zesty?

¿Me tengo que gastar 4.600 € para conseguir una Zesty?

¿Dónde puedo comprarla?

FICHA TÉCNICA

El equilibrio de todos sus potenciales y de su capacidad para desenvolverse con soltura en cualquier terreno le da muchos puntos a la Zesty 914. Es de alguna forma ese eslabón intermedio, perdido entre las puras bicicletas de rally y las de enduro, con genes cruzados de las dos familias, una potentísima maratoniana sin complejos que igual se enfrenta a una rígida de fibra de carbono que a una enduro con 150 mm de recorrido. Bendito equilibrio el de esta bicicleta porque con él consigue auparse a los puestos de honor en el podio de las bicicletas más polivalentes del mercado.

EFECTO "AXE"

Desde luego no me puedo quejar. Cada mes desfilan por la redacción de BIKE las bicicletas más sofisticadas y deseables que un mountain biker se pueda imaginar. Me 'llevo al huerto' la mejor tecnología, someto a los pedregales más infames a cualquier bicho que ose acercársenos. ¡Y disfruto!

Pero de vez en cuando llega alguna que incita más todavía, que estimula la psique, que renueva la pasión por las dos ruedas, que "te pone"... Como ocurre con esta Lapierre, una seductora máquina con argumentos que van más allá de la razón. Se llevó nuestro galardón a la marca más prometedora de 2007 en nuestros premios La Bici del Año y con pruebas palpables como esta Zesty nos reafirmamos aún más. Funciona fenomenal y además consigue atraer miradas lujuriosas allá por donde pase.

AIRE FRESCO

Realmente no hablamos de un concepto radicalmente diferente de suspensión, sino de pequeños toques y detalles que denotan buen hacer, ingenio y frescura con un resultado efectivo. En la Zesty, aunque parezca que se busca la línea por encima de todo, no hay diseño 'porque sí', sino 'para algo concreto', y de paso han conseguido formas esculturales.

Sin enrollarnos mucho diremos que la pipa tiene los extremos ampliamente engrosados y que el tubo superior se va aplanando de delante atrás, cambiando a una forma triangular. Tiene mucho sloping pero no deja desatendido al tubo de sillín, al abrirse ampliamente para abrazarlo.

El diagonal, curvado, está ovalizado verticalmente cerca de la pipa y se engrosa y redondea al ir bajando a buscar el pedalier, abarcando una gran superficie del mismo. El del sillín está curvado adelante por abajo, por eso la tija se retrasa arriba, para compensar. En la caja de pedalier empiezan las mayores diferencias, con una anchura de ¡¡95 mm!! que logra un soporte sólido para todos los tubos que en ella confluyen. Además tiene anclaje estándar ICSG para guíacadenas.

Otro gran detalle es el desviador anclado a la vaina, para moverse con la cadena y evitar roces cuando la suspensión se comprime. También nos gustó la bieleta de apoyo del amortiguador, soberbia, de sólido aluminio torneado en forma de X. Atrás la sinfonía continúa, con hidroformados sobresalientes. No hemos visto unos tirantes igual de sugerentes y sólidos en ninguna otra bicicleta. Y las punteras son enormes, permitiendo bajar y adelantar el Horst Link una distancia considerable respecto al eje trasero.

La propia articulación Horst es anchísima y las vainas no le van a la zaga. Acaban por delante abrazando un par de rodamientos sellados en una zona realmente trabajada, con los rodamientos colocados asimétricamente, desplazados hacia la izquierda para permitir el trabajo del desviador sin trabas. Las propias vainas son asimétricas, con la izquierda más corta y directa que la derecha, como ocurre en muchas otras bicicletas en las que se busca afinar gramos por todas partes.

ZESTY-BIKE

Los que pudisteis disfrutar del Maratón Festibike de El Escorial sabréis a lo que me refiero: una ruta intensa, con fuertes desniveles, trialeras técnicas, piedras grandes y pequeñas, escalones, llanos de pedaleo y subidas largas, de las que duelen en las piernas después del machaque previo. Si hay que buscar la máquina ideal para este tipo de recorrido bien podría ser la LapierreZesty de este Supertest.

La semana anterior habíamos calentado motores con un recorrido exigente por Moralzarzal (Madrid), aprovechando una 'kedada' de mis amigos listeros del foro @ciclismo. La prueba fue la excusa para un encuentro entrañable con dieciocho foreros en el que hubo risas, sudores y 'buen rollito' generalizado. Allí la Zesty mostró poderío, a pesar de los intentos de la fuerza de la gravedad por acercarme al suelo por lo inapropiado de sus estrechas Michelin XCR Light de 2.00", en algunas trialeras un tanto delicadas... "joé" con la "de la risa"... vaya bajadita...

Una fuerte pendiente con tierra suelta y una inevitable grieta en el centro que te engulle sin compasión al acabar y en la que puedes dejar la bici aparcada de lo profunda que es. Inapropiadas sus gomas en un par de sitios, como la trialera mencionada, pero en el resto de zonas las Michelin rodaban como si llevara slicks sobre asfalto. Van muy finas, agarran fenomenal (en seco) e incluso con bastante aire siguen transmitiéndonos sensaciones buenas desde el terreno. Ideales para rodar, aunque no serían mi elección personal con semejante chasis y suspensiones: se quedan muy cortas en cuanto vas por donde 'Monsieur Lapierre' te pide.



Se sucedieron muchas más rutas y terrenos en el mes que disfruté de la Zesty, incluyendo el firme rojo del 'anillo ciclista' en Madrid, donde me mostró que sus menos de 12 kg son perfectamente compatibles con los rodajes rápidos.

¿PERO SUSPENDE O NO?


Pues sí que suspende... o sea, que su suspensión funciona bien y permite que nuestro peso quede suspendido y aislado de los baches. Su estructura, con el amortiguador a continuación de los tirantes supone una geometría lineal. La gráfica que trazamos relacionando el recorrido de la rueda con el recorrido del amortiguador es prácticamente plana. La proporción entre ambos oscila entre los 2,52 y los 2,64 mm, o sea que por cada milímetro que se mueve el amortiguador la rueda lo hace entre 2,52 y 2,64 mm.

Esta arquitectura de la suspensión, junto a un amortiguador de aire, otorga un tacto muy ligeramente progresivo. El caso es que se siente la suspensión plenamente funcional en todo momento, con una sensibilidad exquisita que es una de sus grandes virtudes. Incluso con el ProPedal en la posición 3 (la de máxima firmeza), circulando sobre los pequeños rizados que dejan los coches al circular sobre pistas de tierra veremos cómo el Fox se mueve continuamente absorbiendo cada irregularidad. ¡Imaginaros sin ProPedal lo bien que va en zonas bacheadas!

El tema es que cuando queremos la máxima inactividad no disponemos de ninguna regulación que se asemeje a un bloqueo, todo lo que podemos hacer es aumentar la presión del amortiguador por encima de lo que su indicador de sag (prehundimiento) nos aconseja. A mí que me gusta sentir que las suspensiones trabajan, no me importa en exceso, pero sé de más de uno al que no le iba a agradar ese tacto vivo.

TODOS A SUS PEDALES

Después de todo lo que os he contado, podríamos resumir, ¿para quién es una Zesty? ¿Para qué sirve? Para disfrutar a tope de todos los usos que se te ocurran. Tal cual viene de serie está lista para dar mucha guerra en un maratón bacheado, en las típicas rutas largas de fin de semana o en una prueba por etapas.

Con un cambio tan simple como otras gomas más consistentes, sirve para hacer enduro de muy buen nivel, y yendo un poco más allá, añadiendo a las gomas 'gordas' un guíacadenas (aprovechando el anclaje ICSG) te servirá para hacerte la Megavalanche de tu vida. A nosotros nos sirvió para gozar de una gran variedad de terrenos y para darnos cuenta de lo vivo y animado que se pone el panorama tecnológico del mountain bike con bicis como ésta.




Prueba completa publicada en
BIKE nº 188

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TELEX:
- ¿Bielas de 170 mm de longitud en una talla M? Deberían ser de 175 mm, sobre todo teniendo en cuenta que la Zesty da bastante talla.
- El sillín se puede bajar todo lo necesario para un uso radical en bajadas complicadas, hasta la curva de la tija.
- Una pequeña abrazadera de aluminio con una marca sirve de indicador para establecer el sag correcto. Con nuestro peso ha de quedar entre las señales XC y XR, más cerca de la primera para más pedaleo y más de la segunda cuando buscamos la máxima sensibilidad.
- Su rigidez lateral es sobresaliente. El medidor de SAG es un chivato perfecto porque queda a menos de 1 mm del tirante y a pesar de su proximidad no roza, ni al forzar los tirantes con la mano.


- Los acabados son soberbios. Cada rodamiento de la suspensión tiene una tapa de aluminio anodizado en rojo y todas las piezas mecanizadas en CNC están ahuecadas por dentro.
- El nuevo sistema de suspensión de Lapierre OST actúa como un "monopivote articulado". Combina la sencillez y linealidad de un monopivote con la independización de un sistema articulado.

- Sobre el tubo de sillín se abraza el indicador de sag para que puedas ajustar fácilmente la presión del amortiguador. Elige entre la posición XC o XR.
- Las punteras tienen por dentro unos casquillos desmontables de acero sobre los que apoya el eje para evitar desgastes prematuros. En el lado derecho se añade un protector de fibra de carbono.
- Eficaz, ligera, rápida y rígida, es un duro rival hasta para las bicis de "trail" de 120 mm de recorrido.
- Una bici precisa que se defiende con soltura en las bajadas más complicadas y bacheadas, aunque la cadena no deja de golpear la vaina cuando el terreno es irregular.
- Mejor llevar la presión para que el sag se sitúe en la marca XC (más firme) que en la XR (más suave), pues su linealidad hace que se consuma el recorrido con cierta facilidad.