Paralelamente al lanzamiento de los nuevos grupos SRAM Force y Rival AXS para carretera, se han presentando sus versiones XPLR, específicas para gravel, comparten bielas, manetas y pinzas de freno, y se diferencian en que recurren a una transmisión monoplato de 13 velocidades comandado inalámbricamente por un cambio electrónico con anclaje Full Mount directo al cuadro que prescinde de patilla de cambio.
CAMBIO
Los cambios SRAM Force y Rival XPLR AXS (470 y 355 € respectivamente), son completamente distintos a los anteriores y ahora funcionan únicamente con casetes XPLR de trece velocidades. Van fijados directamente al cuadro, algo para lo que aún no están preparadas todas las bicis de gravel pero sí una gran mayoría, pues requiere una puntera UDH (Universal Derailleur Hanger).

Este diseño aporta una gran resistencia, precisión y facilidad de puesta a punto, pues está desarrollado entorno al eje de la rueda trasera, un punto fijo que jamás se ve alterado, permitiendo prescindir de cualquier tornillo de regulación. Está preparado para recibir golpes, teniendo la capacidad de desembragarse y retornar a su posición, para salvaguardarse… y en caso de dañarse cuenta con piezas de recambio. Además el diseño de paralelogramo recto impide que el cambio se meta en los radios, por lo que es casi infalible.
La caja de roldanas del Force XPLR AXS tiene la placa externa de carbono e interna de aluminio, siendo completamente de aluminio la del Rival XPLR AXS. Ambas cuentan con un sistema de muelle, inspirado en el mecanismo de los cambios de mountain bike, para mantener la cadena tensa, siendo superior a la anterior generación de cambios XPLR.

CASETE
Los casetes Force y Rival XPLR (300 y 215 € respectivamente), al igual que el RED XPLR, están disponibles en una única combinación 10-46 de trece velocidades que sigue la misma progresión que el 10-36 de carretera, sustituyendo el 36 por un 38 y añadiendo un 46; 10, 11, 12, 13, 15, 17, 19, 21, 24, 28, 32, 38 y 46 dientes. La clave para conseguir introducir un piñón adicional en el mismo espacio que un casete de carretera, consiste en la acusada forma cóncava del 46, que gana el espacio necesario aproximándose a los radios, algo que no sería posible conseguir sino fuese así de grande.

El casete Force (XG-1371) ofrece sus tres coronas grandes en aluminio, siendo las diez restantes de acero, mientras que el Rival (XG-1351) une una corona de aluminio al bloque de doce coronas de acero revestidas de níquel cromado y unidas por la tecnología Full Pin. Un piñón más y dos dientes más grande que la versión Force XPLR que conocíamos, ofreciendo así un 20% más de rango, compatibles con núcleos XDR y cadenas Flattop de carretera (aptas para doce o trece velocidades, desaconsejándose las Flattop para mountain bike).
POTENCIÓMETRO
Aunque se puede recurrir a los platos aerodinámicos con medidor de potencia integrado, el principal potenciómetro para gravel de SRAM es el integrado en el eje de las bielas con eje DUB ancho (denominado XPLR o Wide), apto para bici con línea de cadena de 47,5 mm y que otorga un factor Q de 150 mm (unas bielas Shimano Dura-Ace, Ultegra ó 105 de doble plato poseen un factor Q de 148 mm). Podrás acompañar estas bielas con platos Direct Mount ‘ventilados’ de 38 a 46 dientes o sólidos (aerodinamicos) de 44 a 50 dientes.

La opción monoplato Force XPLR cuenta con las mismas bielas de carbono que la versión de carretera e incluyen unos protectores de goma en sus extremos (515 € con potenciómetro, 305 € sin éste), fabricadas en aluminio para Rival XPLR (325 € con potenciómetro, 145 € sin él), estando disponibles en 160, 165, 170, 172,5 y 175 mm de longitud.
GRUPO
La transmisión y frenada de cada modelo son operados por las mismas manetas, es decir, no hay una distinción de manetas para carretera o gravel. Al recurrir a una transmisión monoplato (carente de desviador), los Bonus Buttons de las manetas Force permiten que su pulsación simultánea sirva para accionar una tija telescópica RockShox Reverb XPLR en vez de el desviador.


El peso oficial de Force y Rival XPLR AXS es de 2.686 y 2.961 gramos respectivamente, con bielas de 170 mm, plato de 42 dientes y discos de 160 y 140 mm de diámetro. Con esta actualización y al igual que sucede con la gama de carretera, los grupos SRAM XPLR AXS de trece velocidades (RED, Force y Rival), son compatibles entre si, permitiendo combinar sus componentes.

IMPRESIONES
Si has estado atento a las clásicas de primavera, habrás visto que el equipo Lidl-Trek ha competido con una transmisión XPLR. Esto sólo es posible si tu bici de carretera posee puntera UDH. La ventaja para estas pruebas reside en que sobre terreno bacheado como son los adoquines, la cadena permanece engranada, además al usar un solo plato, se sustituye el desviador por un guía cadenas y la cadena no se puede salir porque, directamente no se cambia de plato. Sin embargo el escalonado de los desarrollos no es el más adecuado para rodar en carretera, donde una relación más cerrada siempre resulta más proclive y ventajosa, que sobre todo se hace más patente durante esfuerzos intensos en compañía, pues afinar con el desarrollo es clave para mantener el ritmo. En gravel, donde las inclinaciones del terreno son más irregulares, no se percibe esta diferencia.
La frenada y robustez es muy superior a la que ofrecían hasta ahora los grupos SRAM Force y Rival
Ciclismo a Fondo ha tenido ocasión de rodar con ambos grupos de gravel, que aumentan considerablemente su precisión y resistencia, siendo practicamente indestructibles, al no depender de una patilla de cambio, y la décimo tercera velocidad los hace más polivalentes, aparte de ser más ligeros. Si su anclaje Full Mount fuese una limitación (al menos momentáneamente, pues cada vez son más las bicis que incorporan puntera UDH), siempre se puede recurrir a montar un cambio y casete XPLR de anterior generación pero aprovechando la ergonomía y mayor potencia de frenada de las nuevas manetas AXS. La mayor superficie de agarre de éstas otorgan más seguridad, algo especialmente relevante al practicar gravel donde es frecuente que nos enfrentamos a terreno bacheado, sin tener que rodar mucho tiempo agachados, agarrados a la curva del manillar.
