La mítica marca Time, una de las pioneras en el mundo de los pedales automáticos y ahora propiedad de SRAM (solo sus pedales, no los cuadros de bicicleta), ha renovado un poco su imagen para este año 2024, principalmente simplificando el repertorio de modelos dentro de cada disciplina.

De hecho, en las versiones de XC antes encontrábamos cinco modelos, mientras que ahora solo encontramos tres, el XC 6, XC 8 y XC12, con precios que comienzan en los 100 € en el caso del primero.

El modelo que nosotros probamos es su buque insignia para XC y Gravel, el XC 12, su versión más ligera gracias a que recurre al carbono como uno de los componentes del composite con el que están fabricados y también a que su eje es hueco y de titanio. El peso de nuestra unidad de test ha sido de 238 g el par, incluso 2 gramos menos de lo anunciado por Time. Unos Crank Brothers Egg Beater 11 pesan unos 180 g, mientras que unos Shimano XTR M9100 pesan unos 312 g, por tener unas referencias con dos de sus grandes rivales.

A nivel de construcción no se aprecian grandes diferencias con los XC12 anteriores, manteniendo prácticamente las mismas formas en su cuerpo. Eso sí, se ha conseguido rebajar la altura del pedal un poco (0,7 mm), de 19 mm a 18,3 mm, algo que siempre suena muy positivo para quienes buscan el máximo rendimiento en la transferencia de la potencia al pedal.
Solo 238 g el par, con eje de titanio hueco
El cuerpo se aprecia un poco más “refinado” en su estética, en la que se intuye algo más el carbono y resulta más atractivo que antes y también de mayor calidad, ya que en los anteriores el aspecto era más plástico. Realmente no hemos apreciado más diferencias que estas, ya que tanto el resto de medidas del pedal (longitud del eje de 45 mm) como el propio funcionamiento del sistema ATAC, es el mismo. Esto último nos parece todo un acierto, ya que uno de los motivos por el que alguno de nosotros usamos este sistema de calas desde hace años, es por el buen equilibrio de características que ofrece. Por un lado tenemos que el tacto es nítido, bastante parecido al de Shimano, aunque algo más suave, mientras que por otro lado el enganche y desenganche es fácil. Incluso llevándolos apretados en la dureza máxima de su muelle, es complicado que nos quedemos enganchados en ellos en una emergencia, a poco que tengamos una mínima experiencia con pedales automáticos.

Eso sí, solo podemos ajustar la dureza de los muelles en tres posiciones prefijadas, no de forma infinitesimal, y el rango que ofrecen si bien es suficiente y es notable, no es tan elevado como en otras marcas. Llevando el muelle en la posición más suave no notamos baile de la cala -salvo cuando se está desgastando- y llevándolo en la posición más dura tenemos la sensación de llevar el pie muy bien sujeto y de que no nos va a traicionar en ningún esprint o salto, cosa que podemos dar fe que nunca nos ha ocurrido.
El sistema ATAC destaca por su buena ergonomía y por su tacto

El sistema ATAC tiene un par de virtudes destacables: la primera es la ergonomía, y se debe principalmente a la flotabilidad lateral de la cala, con 5 mm de margen. No confundir con la rotación que hacemos con el talón para desencalar, sino que hablamos de que la cala se puede mover horizontalmente 2,5 mm hacia cada lado para permitir que nuestros pies y por tanto rodillas y cadera, tengan ese margen de alineamiento y prevenirnos de posibles dolores. Este movimiento lateral no está produciéndose de forma constante, si no en esos momentos en los que nos acomodamos en la bici, como cuando nos podemos de pie y nos volvemos a sentar, o después de un apoyo muy fuerte en una curva y volver a pedalear.

Las calas ATAC que incluyen tienen un ángulo de liberación de 13º o 17º según como las instalemos -intercambiando la cala de zapatilla-, y si nos resulta excesivo podemos comprar por separado la versión Easy Cleats con un ángulo de 10º que permite que se liberen antes, pensadas a priori para usuarios menos expertos.

La segunda virtud es que su sistema se lleva muy bien con el barro, ya que por su forma más abierta tienen a limpiar bien la superficie del pedal cuando presionamos con la cala.
El pedal tiene una superficie de apoyo con la zapatilla bastante generosa para ser un pedal de XC, en ese sentido, transmiten mucha estabilidad, y su eje y rodamientos sellados de acero son también muy fiables. En las generaciones anteriores hemos solido detectar una mínima holgura con el paso del tiempo, que no se puede ajustar al ser rodamientos sellados, pero que nunca ha ido a más. Con estos XC 12 no tenemos ningún tipo de holgura. Los materiales de este pedal hacen que su precio ascienda hasta 330 euros, aunque por debajo tenemos los XC 10 similares en construcción pero con eje hueco de acero, un peso de unos 40 g superior y un precio de 165 euros, lo que los convierte en una compra más sensata.

Lo mejor: Comodidad y ergonomía de calas. Superficie estable. Peso.
A mejorar: Rango de ajuste del muelle.
Características:
Cuerpo reforzado con carbono.
Eje hueco de titanio.
Muelles de acero.
Rodamientos sellados de acero.
Peso: 238 g el par.
Precio: 330 euros.
Más información en www.sram.com