La empresa que comercializó Marin Bikes en sus inicios en nuestro país, Dirt Racing, supo convertir en un objeto de deseo más o menos realista este modelo, que con un grupo Shimano Deore DX ofrecía un soplo de aire fresco en un mercado donde hasta ese momento la presencia de marcas europeas era mayoritario: “La estética de la Pine Mountain era atrevida, desenfadada, con la horquilla en este amarillo tan fuerte a juego con la potencia y el manillar, ambos de procedencia Marin” cuenta Borja Pardo, su propietario.

Al hablar sobre esta bici en particular, Borja se detiene con especial atención en la parte trasera del cuadro, donde descubrimos un freno U-Brake: “Esta solución solo se aplicaba a la talla más pequeña, mientras el resto de la gama venía de serie con frenos cantilever delante y detrás. En algunas bicis de la época o un poco anteriores, se podía ver este tipo de freno incluso en la parte inferior de las vainas, aunque quedaba mucho más expuesto al barro”.

Antes de 1990, a finales de 1989, una Marin Pine Mountain ya era protagonista de la portada de la revista BICISPORT, hermana de BIKE, con Juan Ramón Tardío "Falcao", uno de los pioneros del MTB en nuestro país a sus mandos. El atrevido titular de Nº 1 en USA era la carta de presentación de la marca en la portada. Eran los inicios de la marca en nuestro país, perfectamente guiados por Miguel Rojo, quien sería el máximo responsable de traer y distribuir la marca en nuestro país.

Convertida en la verdadera súper ventas de la gama alta de Marin, por debajo de la Team Marin, la Pine Mountain se basaba en un cuadro de acero Tange MTB y unas especificaciones de montaje donde Shimano ocupaba la mayor parte de los componentes, desde la dirección a los bujes de las ruedas: “El cuadro es de la marca japonesa Tange -nos explica Borja, su propietario- con unos tubos de mayor diámetro que los tradicionales hasta la fecha, y ya se puede ver la denominación oversize en la etiqueta”. Aquella parte trasera con tubos de diámetro continuo eran una seña de identidad de Marin, y ya aparecía en sus tirantes la palabra "Oversize" que iba a tener un gran peso en todo el desarrollo y tecnologías del MTB.

Es Shimano, la marca que además de estar presente en los frenos, lo está en la transmisión, con detalles curiosos. Los mandos de la firma de Osaka, con dos pulsadores, fueron el paso intermedio entre los Top Mount por encima del manillar y los RapidFire Plus que aparecerían en 1992 con la llegada del XTR y la posterior evolución en el Deore XT. A día de hoy siguen funcionando perfectamente en esta Marin de 1990.

Llama muchísimo la atención al ver esta Pine Mountain frente a una bici contemporánea, el minúsculo tamaño del casete trasero, con 7 piñones que van de los 11 a los 28 dientes de la corona grande.

En la parte delantera de la transmisión la enorme “paellera” con tres platos siendo el más grande de 46 dientes, más pequeño incluso que las coronas grandes actuales.

En perfecto orden de marcha la Pine Mountain pesa 12,660 kg, y Borja sigue disfrutando y montando con ella: “En toda colección de clásicas tendría que haber una Marin Pine Mountain” nos comenta, dándole todavía más valor a una de las últimas incorporaciones a su colección.

La horquilla unicrown viene firmada por la propia Marin, que desde sus inicios marcaba muchos de los periféricos con su logo. El manillar, la potencia, tija o sillín también venían con el nombre de la firma del condado de Marin.

Los puños, originalmente Marin de "espuma", tuvieron que ser sustituidos porque con el paso de los años se desintegraban, Borja ha buscado una opción que no desentona, apostando por unos ODI. Las manetas de freno Shimano todavía conservaban un estilo muy clásico.

La potencia Marin contaba con una polea por la que discurría el cable del freno delantero, y la marca montaba las fundas de mayor diámetro, algo muy valorado por los más puristas en aquella época. En 1990, la mayoría de las marcas contaban con muy pocos proveedores, y así, no es extraño encontrar que, además de la transmisión y frenos, Shimano también aportaba las fundas y cables de freno, los bujes de las ruedas, o la dirección.

La tubería Tange MTB de acero al cromomolibdeno usada en las Marin en sus topes de gama se distinguía por unos tirantes y vainas de mayor diámetro.

Las 21 velocidades de Shimano, 3 platos y 7 piñones, eran un argumento de ventas, de ahí que se utilizara como reclamo en la vaina para atraer clientes en un mercado en plena expansión. Llegó un momento en el que Shimano tuvo que limitar el uso de su nombre en determinados niveles de bicis económicas. El montaje de tan solo un componente Shimano, permitía este uso, y la llegada masiva de las grandes cadenas fue el detonante para que desde Japón se dijera basta a lo que consideraron un uso indebido de su nombre.

Más tarde llegarían los desviadores de tiro superior, de momento en 1990 la inmensa mayoría del cableado iba por debajo del pedalier, una característica que perduraría en la gama Marin durante muchos años.

La geometría de las Marin fue alabada por revistas especializadas de todo el mundo, gracias a un equilibro de manejabilidad y deportividad. Fueron capaces de lograr una legión de fieles que repitieron diferentes modelos de la marca a lo largo de los años.



