Si haces doble sesión, qué hacer primero, ¿bici o fuerza?

En muchas ocasiones nos llega la duda de bikers que en un mismo día montan en bici y hacen una sesión de entrenamiento en el gimnasio y no saben qué orden establecer para que ambos entrenamientos produzcan las máximas mejoras, si es mejor entrenar primero en bici y luego acudir al gimnasio, o viceversa.

Miguel Ángel Sáez. biketraining.es

Si haces doble sesión, qué hacer primero, bici o fuerza
Si haces doble sesión, qué hacer primero, bici o fuerza

Somos ciclistas, pedalear se nos da mejor

Este es un aspecto que debemos tener en cuenta siempre para entender qué tipo de actividad hay que hacer primero, entre pedalear o trabajar con pesos en el gym. Nuestro patrón de movimiento, nuestra técnica será, generalmente, más eficiente y más correcta en el gesto del pedaleo que en el movimiento que realizamos movilizando un peso, por ejemplo. Es de pura lógica y se debe a una mera cuestión de entrenamiento y adaptación. Lo más seguro es que cualquier aficionado al ciclismo haya pasado más horas pedaleando que trabajando en el gimnasio, así que pedaleando ha desarrollado una eficiencia y corrección superior a la de cualquier otro movimiento que pueda realizar en otras actividades.

Esta circunstancia hace que sea más recomendable, para un ciclista, dejar la sesión de bicicleta como segunda a realizar en el día, después del gimnasio. El motivo es porque la posible fatiga que genere en nosotros el trabajo en el gimnasio alterará menos la ejecución y la técnica en el pedaleo al ser ésta una capacidad muy desarrollada en nosotros. Al contrario, cabe el riesgo que la fatiga generada por ir en bicicleta, por ejemplo, altere nuestra técnica de ejecución al realizar ejercicios de piernas en el gimnasio, donde nuestra técnica es comparativamente peor a la del pedaleo.

Trabajo de potencia en el gimnasio

Los principales beneficios de la fuerza y potencia que podemos manifestar sobre los pedales se producen si ponemos énfasis en un trabajo en el gimnasio basado en el movimiento de pesos a la máxima velocidad intencional posible, es decir, moviéndolos con explosividad y potencia. Esta capacidad de movilizar peso con la máxima velocidad posible se vería mermada si antes del gimnasio hemos realizado una sesión de bicicleta, especialmente cuando hablamos de ejercicios específicos de piernas, como pueden ser sentadillas, curl de isquiotibiales, zancadas o similares.

Primero pesas, luego pedaleo

Por los motivos expuestos hasta ahora, esta es la mejor combinación posible si queremos realizar en un mismo día los dos tipos de entrenamiento. Realizar la sesión de fuerza en el gimnasio en primer lugar, cuando no tenemos todavía fatiga y podemos asegurar por tanto, una ejecución sin alteraciones técnicas ni una disminución de la potencia y explosividad en el movimiento por cansancio en las piernas debido a una hipotética salida en bici previa.

En segundo lugar, realizar la salida o entrenamiento en bici, en donde vamos a soportar mejor la posible fatiga producida en el gimnasio por una mayor estabilidad en el patrón de movimiento del pedaleo. En todo caso, debemos evitar la coincidencia de sesiones de muy alta intensidad tanto en el gimnasio como en bicicleta en un mismo día, como regla general y salvo en ciclistas de muy alto nivel, que sí podrían llegar a soportar altas cargas en una misma jornada sin que por ello se altere significativamente la capacidad de adaptación y de mejora.

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