Rovaniemi: una carrera a 12º bajo cero

Rovaniemi puede que te suene, relativamente. En el norte de Europa, donde Papá Noel prepara durante todo un año a sus renos Rupolh, Donner, Blitzen ,Vixen , Cupid, Comet, Dasher, Dancer, y Prancer para hacer felices a los niños y no tan niños en la noche de Navidad, hay otras atracciones, para “niños" algo más mayores…

Julio Vicioso Fotos: The “A” Team

Rovaniemi: una carrera a 12º bajo cero
Rovaniemi: una carrera a 12º bajo cero

Una carrera a 12º bajo cero

La culpa de toda esta historia es seguramente de Alex García, quien hace ya seis años participó en la Rovaniemi en su versión a pie de 150 kilómetros. Desde entonces, él, junto al resto de componentes de esta aventura (Abraham Muñiz, Pedro Fuente y David Galán) le daban vueltas a la idea de volver a esta carrera en la que otros años las temperaturas han rozado los -30º.

Una carrera a 12º bajo cero

En esta edición 2020, Alex iba a participar en la versión “larga” con 300 kilómetros en fatbike, siendo la primera mitad balizada, que es el recorrido de la versión Rovaniemi 150, y a partir de ahí, completamente a la aventura, apoyándose en el GPS y en way points donde se debe marcar el paso para que la organización tenga constancia de la posición de cada participante.

Una carrera a 12º bajo cero

El resto, David, Abraham y Pedro, se enfrentaban por primera vez a una carrera de estas características. Además de poder participar en los tres recorridos en fatbike de 66, 150 y 300 kilómetros, existen las disciplinas de esquí y a pie, donde este año en esquí batieron el récord existente.

Una carrera a 12º bajo cero

Para hacer frente a la prueba, usarían bicis de alquiler recogidas a su llegada a Finlandia, pudiendo disponer de versiones de alta gama, con cuadro de fibra de carbono y un peso que, con todo el material instalado, no sobrepasa los 20 kilos.

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Un día antes de la carrera, la organización reúne a los participantes para el briefing informativo donde, para que todo el mundo sepa a lo que se expone, les enseñan a los participantes imágenes sobre cómo un participante había perdido 7 dedos de sus pies en la edición de 2019: Mi intención era la de ir más a disfrutar de la experiencia –nos cuenta David Galán- que a competir en la carrera, pero el día antes ya mientras recibíamos el briefing de carrera y luego preparando el material empezó el gusano en el estómago que todos los que hemos competido en algún momento conocemos y que una vez que se despierta es difícil saciar su hambre…”.

HORA DE PARTIR

Una carrera a 12º bajo cero

El sábado por la mañana antes de la salida a las 9:00 horas, se realiza el control de firmas, sobre un río helado, lo que será un aperitivo de lo que será el recorrido en gran parte: “Mientras nos vestíamos, el runrun seguía ahí presente, en esa parte de atrás del cerebro donde están los instintos primarios, pero mi idea era la de no competir, pasarlo bien y disfrutar de la experiencia” nos explica David, a lo que añade: “Les decía a mis compañeros de expedición, yo no voy a pasar de 140 ppm”. Eso, hasta que se dio la salida a las 9 en punto y con 150 km por delante.

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Atrás quedaban las muchas dudas sobre las presiones de los neumáticos, ya que era la primera vez que tres de ellos montaban sobre una Fatbike y la experiencia en bici sobre nieve se resumía en “poca o muy poca”. Bajo la pancarta de salida para la típica foto, nuestros protagonistas ocuparon sin querer la primera fila, con lo que, sin buscarlo, se habían colocado en primera línea de parrilla. “Vamos haciendo trenecillo” decía uno de ellos al tiempo que comienza la cuenta atrás y… ¡¡salida!!

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Aquí lo mejor es cederle el testigo a David Galán, que nos cuenta la carrera desde dentro: “En los primeros metros me vi, de repente, detrás de cuatro galgos que iban bastante rápido; miré para atrás y había algo de hueco sobre el siguiente grupo donde iban mis colegas: bueno, esta no es mi guerra, yo me quedo detrás y ya me cogerán”.

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La primera parte del recorrido se hacía íntegramente sobre un río helado: “Llegamos al primer checkpoint en el km 11, y en este punto para mi sorpresa ya no se divisa ningún grupo perseguidor” nos cuenta David, que ya en cabeza de la prueba, decide mantenerse a ver cómo se desarrollan los siguientes kilómetros: “A partir de este punto la conducción se complica, salimos del lago y empezamos a enfrentarnos a senderos en bosque, donde la mínima distracción te hacia salirte de la estrecha zona pisada por la moto de nieve e irte al suelo, enterrado hasta la ingle y con la bici con 20 kilos encima”. Poco a poco el pequeño grupo de cabeza se va disgregando  y al llegar al segundo checkpoint, David aparece en solitario. La organización cuenta con 8 checkpoint durante el recorrido, teniendo entre el sexto y el séptimo la mayor diferencia en kilómetros, alrededor de 40.

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Cada participante de la Rovaniemi en sus diferentes categorías, tiene que ser autosuficiente y portar el material necesario para sobrevivir por sus medios a bajas temperaturas. La organización se limita a ofrecer agua caliente en los avituallamientos y como consuelo, en el checkpoint más alejado, los participantes encuentran una cabaña con chimenea, uno de los pocos puntos del recorrido donde poder guarecerse: “Al llegar a la cabaña –cuenta David- iba a comerme un sandwich, porque apenas estaba comiendo por la dificultad de hacerlo. Los geles se vuelven tan sólidos que debes calentarlos dentro de los guantes, lo mismo que las barritas… pero en ese momento vi cómo me pasaba otro participante, y lo que iba a ser la parada más larga, se quedó en apenas dos minutos de descanso”.

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A partir de aquí y hasta meta la carrera transcurrió en solitario para David: “Al principio pensaba que me alcanzarían en cualquier momento, luego… pues igual les cuesta algo más de lo que yo pensaba. Y a partir del km 100 el pensamiento se transformó en un deseo interior de ¡¡ya no me pueden pillar!!”. David Galán llegó  a meta en poco más de 11:30 horas en segunda posición de Fatbike, su compañero Abraham Muñiz llegó en 3ª posición y Pedro Fuente fue 5º, en una de las ediciones más rápidas ya que las temperaturas se estabilizaron alrededor de los -4º.

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Al contrario que en otras ediciones, donde se pueden estar horas y horas empujando la bici debido a la nieve blanda, en esta edición la mayor parte del recorrido se ha podido realizar pedaleando en la categoría de 150 kilómetros, algo que no pudo ser en la de 300 Km donde Alex García se iba a enfrentar a condiciones adversas de lluvia y viento, llegando el 5º en su categoría después de 2 días y 14 horas.

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En esta aventura, Alex, Pedro, Abraham y David se encontraron con renos, que en esta época del año suelen estar agresivos, y cruzar “Tierra de Lobos” o Wolf Land, donde podían escuchar bien cerca el aullar de los lobos durante al menos 10 km, mientras seguro que en su interior pensaban en cuál sería su próxima aventura, y lo bien que se organizan cuando lo haces desde el calor de tu hogar y frente a una cerveza…

Una carrera a 12º bajo cero

Clasificaciones

1º Tero Niemela (Finlandia) 10 horas 47´

2º David Galán (España) 11 horas 37´

3º Abraham Muñiz (España) 12 horas 05´

4º Robert Lamant (Irlanda del Norte) 12 horas 28´

5º Pedro Fuente (España) 12 horas 44´

6º Sergio Pulido (España) 13 horas 04´

7º Zbiniew Wizmer (Polonia) 13 horas 40´

8º Sjoerd Tilstra (Holanda) 13 horas 55´

9º Heikki Vesterinen (Finlandia 14 horas 12´

10º Franz Portas (Savoy) 18 horas 15

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