Está claro que es un problema de diámetros: el diámetro de la llanta es ligeramente inferior al de los aros de los neumáticos. Al montarlos quedan holgados, y por ahí se escapa el aire, dificultando el talonamiento.
Lo primero que tienes que comprobar es si tienes colocado en la llanta un fondo adecuado, aunque también es probable que aun así, el neumático no talone. Depende de las tolerancias de fabricación de las distintas marcas. Lo ideal en estos casos problemáticos es montar un fondo de goma, con el que nos aseguramos que queda cerrado el hueco entre neumático y llanta, logrando un cierre bastante hermético y estable, que elimina la posibilidad de destalonar accidentalmente (salvo por rodar con presiones excesivamente bajas).
Después, añadir líquido sellante y listo, verás qué fácil es talonarlos.
En el mercado hay diferentes kits de distintas marcas para hacer el tubelizado, yb tambiénse pueden adquirir por separado los compionentes: fondo de llanta, válvulas y líquido sellante.