CÓMO PINTA ORBEA SUS BICIS

El proceso de pintura seguido en al factoría de Orbea cuida el medio ambiente y la salud de los operarios aplicando un punto artístico al proceso...

admin

CÓMO PINTA ORBEA SUS BICIS
CÓMO PINTA ORBEA SUS BICIS

No cabe duda de que la pintura es un arte. Pero ¿y si te decimos que el proceso de pintado que siguen en Orbea para dar el toque final a las bicicletas tiene también algo de artístico? No en vano, es de pintar cuadros de lo que estamos hablando.



Pintura Robotizada

El sistema robotizado de aplicación pinturas hidrosolubles (al agua) que utiliza Orbea es un proceso pionero que apenas se ha extendido a un puñado de empresas a nivel mundial, y que en Mallabia ya se implantó el año pasado, dentro del afán de la marca por seguir ofreciendo un servicio de flexibilidad al cliente pintando sus cuadros en Mallabia con unos procesos saludables para las personas y respetuosos con el medio ambiente. Ahora se ha dado un paso más al introducir este sistema robotizado para pintar los cuadros de las bicicletas Orbea mediante una instalación revolucionaria.

La política que siguen en Orbea se caracteriza por ofrecer un producto para disfrutar del ocio al aire libre, por ese motivo no cabía la posibilidad de fabricar un producto 'outdoor' que superara los límites de emisiones contaminantes. Además, desde hace algunos años, la política medioambiental de los países se está encaminando hacia la reducción de los niveles de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles debidos al uso de disolventes, siendo ésta una tendencia generalizada.

Es por esto que el compromiso de Orbea toma cuerpo con un nuevo avance en su sistema de fabricación: "Nuestra intención era renovar la vieja instalación, por lo que aprovechamos para reducir los niveles contaminantes en el proceso" afirma Miguel Ángel Estandía, Director Industrial de Orbea.



Agua en lugar de disolvente

Orbea ha optado por una apuesta de futuro tecnológicamente puntera y respetuosa con el medioambiente: la implantación de un sistema de pintado al agua que se caracteriza por la aplicación de pinturas hidrosolubles, es decir, pintura que en lugar de estar mezclada con altos porcentajes de disolvente (40% o 50% como es habitual), simplemente se sustituye por agua. Han desarrollado este proyecto junto con la empresa Bernardo Ecenarro, su proveedor de desarrollo en acabados y proveedora de pintura para Orbea desde hace más de 20 años convirtiéndose así en pioneros en su utilización.



El recinto donde se aplica la pintura está totalmente presurizado y automatizado: son unos brazos robotizados los encargados de hacer el trabajo en un recinto de unos 25x25 metros. El cuadro entra por uno de los extremos y atraviesa una serie de compartimentos presurizados en los que se realiza todo el proceso. "En el mismo trabajo antes se emitía a la atmosfera el 50% del producto que se aplicaba a los cuadros que era el 100% del disolvente que se utilizaba como medio para la aplicación, ahora, con este sistema, hemos conseguido reducir muy por debajo del nivel que exige la normativa medioambiental, acercándonos a emisión cero" afirma Miguel Ángel Estandía.



El proceso paso a paso

En la primera fase, el cuadro se somete a una limpieza química a fondo por aspersión, y posteriormente unos robots aplican la imprimación inicial. La pieza, después de un secado previo, pasa a una segunda cabina en la que dos robots aplican el color base del cuadro elegido por el usuario, y se seca a baja temperatura.

En la tercera sala se pintan los detalles de los cuadros -cortes de color que, de momento, solo pueden ser realizados manualmente por personas-, se vuelven a secar en el horno final de evaporación de agua y se pasa a la fase de aplicación del barniz.

El proceso de barnizado del cuadro es otra de las grandes apuestas medioambientales de Orbea, con la utilización de un barniz en polvo aplicado también a robot, que no genera emisiones a la atmósfera. A su vez el barniz que no se adhiere electrostáticamente al cuadro se recicla para un nuevo uso gracias a los filtros de reciclaje de los que dispone la instalación no generando ninguna emisión. El proceso dura unas 3 horas en total por cada cuadro, lo que indica el mimo casi artesanal que desde Orbea emplean en su realización, utilizando la tecnología más puntera del siglo XXI.



Sin máscaras

"Con este sistema de pintado hemos actuado como empresa de desarrollo, junto con nuestro proveedor, porque es un proceso diferenciador de nuestra marca que no está implantado en otras industrias", asegura el Director Industrial de Orbea. Esta técnica, además de ser tecnológicamente muy avanzada y cuidar del medioambiente, ayuda a prevenir posibles patologías en los trabajadores, al poner a robots encargados de las tareas más proclives a sufrir algún percance. "Intentamos que el ambiente de trabajo sea sano, ya que ahora en todas nuestras instalaciones se puede trabajar sin máscara de protección" asegura el responsable de la fabricación. "En Orbea rodamos de este modo hacia la sostenibilidad, ponemos nuestro granito de arena en el respeto al planeta y apostamos por compromisos firmes y coherentes: los medios de producción acorde con el estilo de vida que propugnamos. Ocio y deporte unidos en un entorno de naturaleza saludable".

Lo más leído