Star Mountains es un recorrido circular, para bicicleta de montaña, que nace con el objetivo de unir los 24 municipios de la Comarca Gúdar - Javalambre. Está compuesto por 14 etapas que transcurren principalmente por pistas forestales en buen estado, y, en menor medida, por senderos y carreteras secundarias.
Desde el inicio, la visión fue la de crear una ruta que no presentara grandes dificultades técnicas, y que aprovechara la red de caminos existente en la comarca. Por ello, se trata de un recorrido especialmente interesante para bicicletas eléctricas y para ciclistas “ruteros”, con etapas que cuentan con una distancia media de alrededor de 60 km y unos 1500 metros de desnivel positivo.

Star Mountains se presenta con dos versiones, la versión “Clásica” y la versión “Express”. La primera de ellas cuenta con diez etapas y atraviesa las 24 localidades de la comarca. La segunda versión, la “Express”, trata de concentrar los principales puntos de interés turístico en únicamente cuatro etapas. Ambas versiones transcurren tanto por la Sierra de Gúdar como por la de Javalambre, atravesando también la zona media de la comarca y sus característicos campos de carrascas truferas, así como el exuberante valle del río Mijares.

Además del diseño de la ruta, la comarca ha trabajado en la mejora de la red viaria, realizando actuaciones como desbroces y clareos, despedregados o mejoras del firme, en antiguos caminos y callejas que han sido recuperados para la ocasión. También se ha instalado cartelería en todos los pueblos en los que comienza alguna de las etapas, instalando un panel grande con información general de la ruta, y una banderola con la descripción y características técnicas de la etapa.

En esta ocasión, como teníamos cinco días disponibles, vamos a trazar cinco etapas, que corresponden en parte (no al completo) con la propuesta Star Mountain Express. Sin embargo hay múltiples posibilidades, todas ellas puedes conocerlas desde la web https://turismo.gudarjavalambre.es/que-hacer/bici/star-mountains

Fueron casi 300 km (296, para ser exactos) y 7.000 metros de desnivel positivo. Cinco días de bici que parecen más, por la variedad de los paisajes. Salvajes extensiones de bosques, roquedos, valles y montañas. Y, sobre todo, soledad. Kilómetros y kilómetros de rodar en solitario, integrándonos en la naturaleza que reina en Gúdar - Javalambre.
Etapa 1 :Mora de Rubielos – Arcos de las Salinas

Iniciamos nuestro viaje en la villa monumental de Mora de Rubielos. Para la organización del mismo hemos contado con la empresa local Amantes Bike (www.amantesbike.com), especializada en viajes en bicicleta en Gúdar - Javalambre. Ellos han sido los que nos han adaptado las etapas, ya que contábamos con 5 días para ciclar y nos han propuesto un recorrido similar a la versión Express aunque con un día más de bici, alargando por la desconocida Sierra de Javalambre. Además, serán los encargados de portearnos el equipaje entre los distintos alojamientos.
Tras la visita obligada al casco antiguo, nos dirigimos al panel instalado en la localidad para poner los cuentakilómetros a cero. La primera foto, bajo el cartel, no puede tener mejor telón de fondo: el colosal castillo de los Fernández de Heredia. Arrancamos por unas pistas cómodas, que avanzan entre campos de almendros y carrascas truferas. Tras pasar Valbona y cruzar el aquí joven río Mijares, empezamos una subida progresiva que nos llevará desde los 800 metros a los más de 2.000 del pico Javalambre. Desde la cima, la vista hacia el norte parece no tener fin, vislumbrando buena parte de nuestra provincia.

A partir de este punto rodamos por la zona alta de Javalambre, siempre a más de 1.800 metros de altitud en un paisaje único, conocido como piel de leopardo, por el dibujo que forman las sabinas rastreras sobre la montaña. El camino nos acerca al Pico del Buitre, que aloja el Observatorio Astrofísico de Javalambre, así como un enorme maillot de puntos conmemorando las ascensiones a este puerto de la vuelta ciclista a España. En su última edición, aquí se vistió de rojo Sepp Kuss, el que después sería ganador final de la ronda. Lejos queda Valbona, la última localidad que atravesamos. Tras un esfuerzo considerable, iniciamos nuestro descenso final hasta Arcos de las Salinas. Un buen homenaje nos espera en el restaurante local, de la mano de José Luis e Inma.
Etapa 2: Arcos de las Salinas – Manzanera

Hoy toca exprimir la provincia de Teruel hasta el mismo límite: partiremos de Arcos de las Salinas hacia Abejuela, pasando más tarde por los Paraísos y finalizando en Manzanera. Nos despedimos de Arcos de las Salinas en dirección a Torrijas. Los primeros kilómetros transcurren en calma, por una pista forestal en buen estado que atraviesa un fresco pinar. Tras una suave subida alcanzamos el paraje de la Nava de Torrijas, una altiplanicie a 1.400 metros de altura con un marcado uso agrícola y ganadero. Entre los campos, las cortezas arrugadas y retorcidas de las sabinas nos recuerdan la antigüedad de este paisaje tradicional. ¿Cuántos transeúntes habrán visto estos viejos árboles?

Descendemos progresivamente hasta encontrarnos con la localidad de Abejuela. Apenas 50 habitantes salvaguardan el límite sur de Aragón. Desde este municipio, tomamos un camino evocador, “la pista de los paraísos”, y es que vamos a pasar por el Paraíso Alto y por el Paraíso Bajo, dos barrios de Manzanera que no pueden tener un nombre más acertado. En el último, se aloja el Balneario del Paraíso, fundado en 1929 y lugar extraordinario para disfrutar de sus aguas medicinales. Terminamos la etapa por el camino fluvial del río Manzanera, llegando a la localidad homónima bajo la sombra de unos chopos cabeceros de dimensiones extraordinarias.
Etapa 3: Manzanera – Rubielos de Mora: Junto a los ríos Manzanera y Mijares

Dejamos atrás la Sierra de Javalambre, para atravesar la zona media de la comarca y descender al valle del río Mijares. Empezamos la etapa siguiendo el curso del río Manzanera (o Albentosa, según el tramo). Una cómoda pista nos lleva en pocos kilómetros a enlazar con la Vía Verde de Ojos Negros, la más larga de las vías verdes de España. Nosotros la tomamos apenas 3 km, y pronto nos desviamos hacia San Agustín y sus barrios. Tras pasar por Los Peiros, un fuerte descenso nos adentra en Olba y el Valle del río Mijares. El cambio es abismal, y es que en Olba y sus barrios se respira mediterráneo. Los bosques de pino carrasco, las ricas huertas o los exuberantes bosques de ribera, contrastan con el paisaje de las altas cumbres de Javalambre o con los sabinares y carrascales continentales de Manzanera.

El río Mijares presenta un buen caudal e invita a darse un baño en alguno de sus remansos. Nosotros, sin embargo, continuamos la ruta y, tras pasar por el casco urbano de Olba, iniciamos una fuerte subida que nos llevará a Fuentes de Rubielos primero, y al mirador del Peñarroya después. Desde este punto volvemos la mirada atrás, observando lo recorrido en estos dos intensos días. Terminamos bajando a la localidad de Rubielos de Mora. En esta ocasión Manolo y Pilar serán los encargados de hacernos recuperar fuerzas en uno de los pueblos más bonitos de España.
Etapa 4: Rubielos de Mora – Mosqueruela

Hoy cambiamos de Sierra para adentrarnos en la Sierra de Gúdar. Una etapa marcada por el paisaje tradicional masovero. Salimos de Rubielos con las piernas ya cargadas, aunque con la advertencia de que nos espera la subida “reina” del viaje: el ascenso a Peña Calva. Pronto la advertencia se hace realidad y el camino se empina hasta parecer vertical. Después de un poco de sufrimiento llega la recompensa, el mirador de Peña Calva. Nos llevamos una grata sorpresa y es que desde aquí se observa, con toda claridad, el Mar Mediterráneo.
Continuamos la etapa atravesando varias masadas de gran belleza. Nos paramos a disfrutar del momento: silencio, montes, masías, prados. Un territorio basto, sin distorsiones. Aun saboreando el último tramo comenzamos el descenso al valle del río Linares y al pintoresco y desconocido pueblo de Castelvispal. Un conjunto de casas perfectamente armonizadas entre ellas y con el valle. Espectacular.

Comenzamos la última gran subida del día que nos lleva a Puertomingalvo, otro de esos lugares con parada obligada. Tras visitar su horno tradicional (muy recomendables los testamentos, dulce típico) afrontamos el último tramo de la etapa hasta Mosqueruela. Estamos agotados, pero la etapa ha sido francamente impresionante.
Etapa 5: Mosqueruela – Mora de Rubielos

Partimos de la localidad mágica de Mosqueruela en dirección a Valdelinares. La bajada a esta localidad nos muestra un paisaje ganadero dominado por las praderas, que debido a la altitud y a la humedad conservan su verdor durante toda la época estival. Ascendemos suavemente hasta coronar el pico Peñarroya, que con sus 2.024 metros de altitud alberga la población natural más meridional de pino moro. Y es que los pinares desde aquí parecen infinitos. Al fondo, la Sierra de Javalambre. Tan cerca y, sin embargo, tan diferente.

Empezamos ya la bajada que nos conduce, en primer lugar, a la Virgen de la Vega y a Alcalá de la Selva. Continuamos junto al río y atravesamos el vertical cañón del río Alcalá. Nos cruza por delante un macho de cabra montés, y es que las paredes del cañón conforman el lugar perfecto para la especie. Aún en ligera bajada, y tras pasar por Cabra de Mora, afrontamos los últimos kilómetros de la ruta. Pasamos junto al grupo de masías de las Barrachinas y finalmente, desde el alto de Santa Bárbara, observamos nuestro final, la localidad de Mora de Rubielos
FICHA TÉCNICA
14 etapas (10 + 4).
822 km.
19.990 metros de desnivel +.
83 % pista, 14 % carretera secundaria, 3% sendero.
Dos picos de más de 2000 metros de altitud.

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