¿Una suspensión que bloquea y desbloquea antes de que puedas reaccionar? Si, así es el Live Valve de Fox Racing Shox que tras un largo periodo de desarrollo, más de 5 años, por fin verá la luz este próximo 2019. En BIKE lo hemos podido probar en una reciente visita a sus instalaciones en Carolina del Norte (USA) donde hemos conocido de primera mano, todo el complejo trabajo que hay detrás del Live Valve, para que nosotros luego tan solo tengamos que subirnos en la bici y pedalear.
En Fox les gusta decir que la clave o el corazón del Live Valve es la electroválvula que es la responsable de abrir y cerrar el flujo de aceite. Situada en la parte superior del amortiguador, es la encargada de mantener activa la suspensión o bloquearla, en un tiempo que somos incapaces de detectar, 3 milisegundos. Su principal característica es el mínimo consumo para activarse, un impulso electrónico de 25m sec recibido desde la batería.
El sistema Live Valve no es solo la vávula, los sensores que leen la información del terreno van colocados en la parte posterior del puente de la horquilla delantera en el cuadro y junto al eje de la rueda trasera. Los algoritmos del sistema son capaces de detectar si la bici está subiendo, bajando o en llano, e incluso detecta si estás saltando (y no es broma).
Para montar el Live Valve los cuadros necesitan unos anclajes especificos, que se pueden encontrar en las siguientes marcas: Giant, Niner, Pivot, Rocky Mountain y Scott, a las que se sumarán otras en los próximos meses.
ELECTRÓNICA TOTAL
Los sensores transmiten la información recibida, 1.000 veces por segundo, al controller, una pequeña cajita que alberga todo el firmware y la batería, y de ahí a la válvula. Todo esto pasa en un tiempo imperceptible, y lo que llega a tus brazos y piernas es que la suspensión se adapta al terreno de una forma mágica. Un ejemplo práctico: En una zona de subida con raíces o piedras percibimos como la suspensión actúa abriendo y cerrando en el momento exacto, mucho más rápido de lo que lo podríamos hacer manualmente. Fox calcula más de 450 ajustes de la suspensión en una salida de una hora por terreno técnico, y tú solo tienes que pedalear.
Otro ejemplo de la tremenda rapidez del Live Valve puede ser el encontrarnos un bache en la parte delantera. Antes de poder sentir el bache en nuestros brazos, el sistema ya ha abierto el hidraulico de la suspensión y absorbe el impacto.
El ajuste del Live Valve es igual que una suspensión normal, y de hecho, puedes utilizar tu bici exactamente igual con el sistema encendido, o si lo deseas en “off". El peso del sistema no llega a los 200 gramos, si exceptuamos la válvula solidaria al amortiguador, y su recarga (con la que puedes hacer 4-5 salidas largas perfectamente) tarda apenas hora y media mediante un mini USB.
En el Controller podemos encender y apagar el sistema con uno de los dos botones existentes, mientras con el otro nos podemos mover por los 5 niveles de firmeza que permite el Live Valve, desde uno, completamente abierto, a 5, donde conseguimos una firmeza total de las suspensiones.
FOX ofrece a los fabricantes diferentes ajustes de serie para sus modelos y así poder optimizar todo lo que ofrece el Live Valve sea cual sea el diseño. Moverse entre los diferentes modos es sencillo, aunque en marcha requiere algo de contorsionismo dependiendo del modelo de bici y donde se sitúe el Controller.
El Live Valve introduce la electrónica en las suspensiones de Mountain Bike como nadie lo ha hecho hasta ahora, con un sistema que es capaz de “ver" antes que nosotros, y cuyo precio lo situará al alcance de unos pocos de momento, ya que el “kit completo" estará siempre por encima de los 3.000 euros, aunque lo lógico es comprarlo en una bici ya montada de serie, pero valga como referencia.
Aplicable a casi todas las categorías de Mountain Bike, el Live Valve puede ser utilizado en horquillas 32 Step Cast, 34, 34 Step Cast y 36.
Más información: www.foxracingshox.com y www.bicimax.es