El objetivo de Endura anunciado a principio de año reflejaba el compromiso de la empresa escocesa para que su actividad empresarial dejase un balance neto cero en emisiones de CO2. Uno de los pilares de su compromiso es la plantación masiva de árboles para compensar las emisiones, la estrategia más rápida a día de hoy para reducir, compensar y reequilibrar el balance de emisiones, de cara a frenar el avance del cambio climático.
Ahora Endura anuncia que la iniciativa Un Millón de Arboles sigue por delante del objetivo planteado y sus socios de plantación en África han plantado más de dos millones de árboles en un área de bosque de manglares degradado en la bahía de Maputo, Mozambique.

Así el objetivo, un millón de árboles durante los próximos diez años, ya va por delante del plan. al mismo tiempo se beneficiaran las comunidades locales, gracias a un empleo estable en uno de los países más pobres del mundo.

Más cerca de la sede de Endura, al empresa ha plantado también 85.000 árboles en Escocia, creando nuevos bosques cerca de Drymen en Stirlingshire en pastizales de mala calidad con un valor agrícola mínimo. Con la ayuda de expertos en silvicultura sostenible, se ha seleccionado una mezcla de especies autóctonas, como el abedul, que se adaptan a las condiciones del suelo y al clima del sitio. El nuevo bosque se gestionará cuidadosamente para aumentar la biodiversidad y está protegido contra la silvicultura comercial.
2024 es el año marcado para que el balance de emisiones en Endura sea cero, y el objetivo es que el efecto acumulativo de estas medidas compensen la emisión de la historia de la marca en 2027
Así mostraba su compromiso Pamela Barclay, directora de marca y cofundadora de Endura, que nos explica todas las medidas que adopta la empresa:

“Aunque obviamente nos complace que nuestro proyecto Un millón de árboles haya superado nuestras expectativas y haya superado la marca de los dos millones antes de lo previsto, está claro que ahora nos encontramos en un punto crítico de nuestra respuesta colectiva a la crisis climática. Los gobiernos deben tomar medidas audaces, las organizaciones deben actuar sin ser influenciadas por intereses comerciales y nosotros, como individuos, también debemos hacer cambios. Si esto no sucede o lo hace con la rapidez necesaria, el futuro parece cada vez más sombrío para el planeta y sus habitantes. Como empresa, seguiremos realizando cambios en nuestras operaciones para reducir tanto el CO2 como la huella medioambiental general.
Endura es muy consciente de que ninguna iniciativa por sí sola eliminará todos sus impactos, eso es algo que solo podrían lograr deteniendo su actividad totalmente. Sin embargo, al abordar sus pasivos ambientales en varios frentes, pueden reducir su huella.

Endura existe para fabricar ropa y accesorios de ciclismo. Si bien diseñan sus productos para que duren, la fabricación de prendas a gran escala puede ser perjudicial tanto para el medio ambiente como para las personas que lo fabrican debido a varias razones. Los productos químicos utilizados en el teñido de los tejidos y algunos de los materiales y tratamientos de tejidos pueden ser especialmente desagradables. No tenemos PFC desde 2018 y no utilizamos PTFE en nuestras impermeabilizaciones, un químico que se utiliza a menudo en las membranas impermeables y que persiste en el medio ambiente durante mucho tiempo Varios de nuestros productos llevan ahora la etiqueta MADEKIND que certifica que se han fabricado eliminando las sustancias nocivas de la cadena de suministro, garantizando que los productos son seguros para los trabajadores, el medio ambiente y para ti y demás usuarios.

Nuestras instalaciones de 5.000 metros cuadrados utilizan electricidad y gas natural para alimentar y calentar sus oficinas, fábricas y almacenes, y nuestros cálculos mostraron que la mayor reducción de emisiones vendría principalmente del cambio a fuentes renovables de generación de electricidad y ahora hemos cambiado nuestra proveedores para que eso suceda.
Bolsas de polietileno como embalaje: nuestras fábricas nos entregan gran parte de nuestra ropa en bolsas de plástico individuales para proteger las prendas cuando están en tránsito a las tiendas, asegurando que no se dañen si la caja exterior se ve afectada en su camino. En cierta medida, esto ayuda a reducir algunos residuos, ya que puede pasar que los artículos no se puedan vender cuando se trasladan de fábrica a almacén en tienda. Sin embargo, sabemos que esto no es popular entre muchas personas, por lo que hemos tomado medidas para reducir el desperdicio. Para evitar que estas bolsas se envíen a vertederos, animamos a nuestras tiendas de bicicletas asociadas a que nos devuelvan las bolsas de LDPE para que las reciclemos químicamente (y también aceptamos bolsas que no sean Endura como parte de este proceso). Hemos investigado el impacto global de esto y hemos confirmado que las emisiones de CO2 que supone devolver las bolsas a nuestros centros de distribución en el Reino Unido y Europa y luego re-procesarlas para crear nuevas bolsas de LDPE son mucho más bajas que la creación de bolsas nuevas a partir de petroquímicos en bruto.
El 99% de los embalajes de nuestras tiendas de consumo son reciclables: hemos retirado todos los acabados laminados y brillantes de nuestros embalajes y etiquetas para asegurarnos de que son más fáciles de reciclar desde 2015 y ahora estamos desarrollando activamente soluciones alternativas a las bolsas que se utilizan para enviar los productos a las tiendas y a los colgadores utilizados para mostrarlas cuando lleguemos allí.
El 98% de los embalajes se pueden reciclar: Utilizamos productos fácilmente reciclables como cartón y acero para crear los accesorios de las tiendas que se utilizan para exhibir nuestros productos y estamos trabajando para reducir aún más el porcentaje de materiales no reciclables”.