- VER: MTB clásicas que hicieron historia
Un recorrido único el de esta Trek 9900 Team OCLV, desde la costa este americana, hasta la sierra de Guadarrama en Madrid. El propietario original de esta impecable Trek, Esteban Martin Jorreto, la recibió como un regalo de sus dos hijas, Amalia y Arancha, que conservó durante los más de 20 años que vivió en Elisabeth (New Jersey, USA). A su vuelta a España, lejos de vender la bici, se la trajo consigo, y durante años ha estado en la Administración de Loterías de la localidad madrileña de Cercedilla, hasta que hace unos años, Borja Pardo, familiar de Esteban, se interesó por ella.
Los vínculos sentimentales con esta Trek hacían que la venta no fuera algo sencillo, ya que desgraciadamente una de las dos hijas de Esteban había fallecido y era un recuerdo del que el padre no se quería desprender. La condición para llevar a cabo la transferencia fue que esa bici nunca saliera de la familia en otra futura venta, y así es como Borja comenzó su particular colección de clásicas. “Para mí, al margen del estado de conservación de la bici, que es perfecto, está la parte sentimental, y además es mi bici favorita de la colección". Una bici idéntica a esta apareció en el nº36 de BIKE, uno de los números más exitosos y difíciles de conseguir de la historia de la revista, probada por Miguel Lorenzo, junto a otras dos bicis de acero y aluminio.
Por una vez, sin dorsal, y es que Borja ha sido asiduo de las carreras de Rally en la Zona Centro, aunque ahora esté más volcado en el Enduro.
Eran los tiempos en los que Trek era en la industria ciclista una eminencia en la fabricación de los cuadros OCLV de fibra de carbono, y en sus instalaciones de Waterloo no se podían hacer fotografías de los procesos de fabricación. El cuadro está fabricado con tres grandes racores en dirección, pedalier y zona de sillín, a los que se pegan los tubos que acaban de conformar el conjunto. El peso superaba, completamente de serie, apenas los 10 kilos y sigue siendo una bici perfectamente pedaleable.
DE ESTRENO
Esta bici está como si hubiera salido hoy de la caja. Un detalle es el serigrafiado del sillín Vetta TT Trishock, que desaparecía con las pocas horas de uso, y que está impecable, o las zapatas de freno del Shimano XTR, con toda su vida por delante, lo mismo que las exclusivas y poco frecuentes cubiertas Continental de fabricación alemana.
Tras años compitiendo en carreras de rally, Borja cuenta en su colección con otras bicis, pero ninguna como esta: “Tengo algunas sin acabar de restaurar, desde Kona, GT, ProFlex, pero esta fue la primera, con la que comenzó todo". Como curiosidad, Borja nos cuenta lo único que ha hecho a su Trek OCLV: “Le cambié la pila al cuentakilómetros Sigma que traía, es lo único que tuve que hacerle para que estuviera al completo en orden de marcha". Sin duda, esta bici es una muestra perfecta del mejor estado de conservación posible en el que se puede encontrar una MTB clásica que marcó una época.
10,100 kg en una bici de serie de 1995.
Su dueño: BORJA PARDO |
---|
De 1 a 10 en tiempo record. Borja se ha iniciado en las bicis clásicas hace apenas cuatro años, con 30, pero su colección ya alcanza las diez unidades. Con su propio negocio de automoción, este madrileño de Cercedilla considera que esta OCLV es la estrella de su colección, que consiguió a través de su tío Esteban Martin Jorreto, y con una historia muy personal detrás de esta bici. |
Nunca la podré vender, esta Trek siempre quedará en mi familia.