Mathieu Van der Poel era sin duda uno de los favoritos al oro en la prueba de XCO que se ha disputado esta mañana en los Juegos Olímpicos de Tokyo. Uno de los representantes del nuevo ciclismo, quien ha arrasado en ciclocross, carretera y mountain bike apuntaba alto. Más todavía después de haber vestido el maillot amarillo hace apenas unas semanas en el Tour de Fancia.
Sin embargo, la sorpresa se produjo en los primeros compases de la prueba Olímpica, justo después de realizar el start lap y al inicio de la primera vuelta de las 7 que han tenido que correr hoy los bikers para luchar por las tan ansiadas medalas Olímpicas. El holandés de oro, que rodaba entre los cinco primeros clasificados, nos sorprendió a todos con una caída estrepitosa en uno de los drops más grandes del circuito, en donde la aproximación al salto se realizaba desde una losa de roca y la recepción se llevaba a cabo en una campa muy inclinada de hierba.
De repente, se mascó la tragedia. Van der Poel entra al salto inexplicablemente lento. Como consecuencia de ello, cae prácticamente en picado y se lleva un fuerte impacto en el hombro y la cadera que por unos instantes, lo deja bloqueado y con claros gestos de dolor a un lado del camino.

En ese momento, nadie sabe lo que ha ocurrido, pero todos hemos dado ya por finiquitadas las opciones de medalla del holandés que se retorcía de dolor en el suelo. Finalmente, Van der Poel ha tenido arrestos para continuar, muy lejos ya de los puestos de cabeza, aunque a dos vueltas del final se ha visto obligado a poner pie a tierra aquejado de fuertes dolores en la cadera. Es evidente que la caída ha privado de luchar por las medallas a uno de los astros actulales del ciclismo y todo por una caída, tan sorprendente como inexplicable para un corredor de su nivel.

¿Un error o cambio imprevisto?
SIn embargo, no ha tardado circular información sobre la posible causa del incidente. El entrenador de Mathieu, Kristof Kegel, de procedencia belga y director de rendimiento también del equipo Alpecin-Fenix ha manifestado en sus redes sociales que la caída se ha producido por un cambio de última hora en la colocación de una rampa de madera que se encontraba justo después de la losa de roca desde donde hacía la aproximación al salto.

Van der Poel que en el momento de saltar iba a rueda de otro corredor, iba confiado en encontrarse esa madera como alternativa al salto. El holandés, habría comprobado, para su desgracia, cómo esa madera ya no existía, demasaido tarde, justo cuando rodaba, todavía, a muy poca velocidad, en el mismo borde de la piedra desde donde tenía pensado dejarse caer por la rampa. El resto de la historia ya hemos visto todos por televisión.
El mismo Matheu Van der Poel ha manifestado, también en sus redes sociales, la tristeza de haber tenido el accidente por culpa de la retirada de esa madera, asegurando que él podría haber dado ese salto con los ojos cerrados. Sin embargo, creyó que estaba allí y no fue así.

En el siguiente vídeo colgado en redes sociales se puede apreciar la rampa de madera que existía durante los entrenamientos.
Kegel ha manifestado que esa madera ha permanecido todos los días del entrenamiento, pero que su retirada antes de la prueba ha supuesto el desencadenante de la caída con tan malas consecuencias para su pupilo. Es un proceder habitual en los circuitos el mantener rampas que permiten entrenar de forma segura estos saltos, que luego en carrera se retiran. De hecho en el mismo preolimpico disputado en este circuito se hizo así, aunque Van der Poel no estuvo ese día. Sea como fuere, la polémica está servida, algo que en cierta manera es inevitable en un evento como unos Juegos Olímpicos, en donde siempre hay tanta presión y expectación por obtener resultados.