El Valle di Ledro y su lago, muy cerca del Lago di Garda en Italia, ha sido el lugar escogido para presentar esta nueva Ghost SL AMR X, perteneciente a una nueva gama de 5 modelos, todos ellos con la parte delantera de fibra de carbono, y el basculante trasero de aluminio. Son bicis con 140 mm de recorrido en sus tres versiones más económicas, mientras que las dos superiores “apellidadas” X, cuentan con un plus de recorrido de suspensión en la parte frontal, con horquillas de 160 mm recortables a 130 mm con un solo movimiento en el dial izquierdo de la horquilla. A estas cinco bicis, se unirán en verano, probablemente agosto, una gama de modelos equivalentes completamente fabricados en aluminio, con precios más asequibles.
Buena parte del equipo de Ghost se desplazó a Italia para explicar en detalle todas las aportaciones técnicas que se han desarrollado alrededor de las SL AMR X. La principal es el uso de diferentes diámetros de rueda, siendo de 29” en la parte delantera y 27,5” en la trasera, montando neumáticos con balón de 2,5 en la parte delantera y un gran 2.8 en la trasera, para maximizar la tracción. En las unidades de prueba, el tope de gama S7.7 , el neumático delantero escogido es un Maxxis Shorty, con un taqueado muy cuadrado, lo mismo que su perfil, y en la trasera un perfecto Minion DHR II que nos gustó mucho más.
Apuesta por el muelle
Por orden de importancia, la apuesta del amortiguador de muelle nos parece el siguiente punto más destacable. En Ghost argumentan que en este tipo de bicis con un mayor peso, el uso del muelle acaba con algunos “vicios” de los de aire, como su mayor necesidad de atención, en cuanto a posibles pérdidas de presión a largo plazo, y la suavidad extra que aporta el uso de muelle. En este punto se ha trabajado a conciencia puesto que no se ha optado por un amortiguador de muelle cualquiera, sino que se monta un RockShox Super DeLuxe RCT, con posibilidad de bloqueo. Nosotros durante dos días de pruebas en Italia, con subidas prolongadas por pistas, no lo hemos utilizado en ninguna ocasión. O mejor dicho, en una, para comprobar su efecto, y lo volvimos a colocar en posición de abierto apenas una centena de metros después.
En las dos versiones X, las dos superiores, el apartado de suspensiones cuenta con otro detalle a tener en cuenta. La horquilla, Lyrik RCT 3 en este tope de gama y la Yari en la inferior, disponen de Dual Position, lo que nos permite variar el recorrido de la suspensión delantera entre 130 y 160 mm. En subidas realmente empinadas, con senderos en zigzag que abundan en esta zona, hemos podido comprobar la utilidad geométrica de poder bajar la parte delantera de la bici para evitar flotabilidad en la parte delantera, aunque la hemos usado en casos muy puntuales.
La llegada de la SL AMR X ha venido de la mano de la nueva gama de componentes Ghost Ground 51, con manillares, potencias, y lo que realmente nos interesa y tiene todo el sentido del mundo. ¡Por fin unas bielas ultra cortas de 155 mm! Las versiones inferiores vendrán montadas con 160mm, pero no así las dos superiores, que estrenan bielas de una medida hasta ahora “prohibida” por Shimano, y para las que han trabajado en un nuevo firmware del Shimano Steps 8000 para que todo vaya como la seda. No nos extrañaría ver una avalancha de bielas cortas en breve, puesto que FSA y otras marcas están probando bielas en esta medida.
El uso de unas bielas tan cortas permite pasar pedaleando entre piedras o raíces por donde con otras pedelec seguro que golpearíamos, lo que supone un plus de seguridad y confianza extra que nos ha gustado y estábamos deseando probar.
Con todas estas aportaciones sobre la SL AMR X, el diseño semi integrado de la parte delantera, puede resultar a primera vista menos innovador, pero lo cierto es que, al igual que pasa con otras semi integradas, como puedan ser las Merida, pronto valoras todo lo demás y la presencia de la batería exterior no es importante. Es más, en rutas “centroeuropeas”, con estos desniveles tan brutales y de largo recorrido, es bastante habitual tener que portar una segunda batería, y en este punto, cuanto más estándar y sencillo, mejor.
Para aquellos que el primer impacto visual del amortiguador trasero de muelle les pueda llevar a pensar que es una bici demasiado agresiva, enfocada más al uso endurero, tranquilos. La suavidad del muelle en el inicio del recorrido es fantástica, y en marcha te olvidas de si es aire o muelle. No decimos que sea la solución definitiva, pero sí que Ghost ha abierto un camino que puede tener muchos adeptos.
