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Eso no es todo, porque lejos de conformarse con ser una referencia absoluta en el mountain bike, Vouilloz también probó los coches y fue un piloto de rally en la década de los 2000, disputando regularmente primero en World Rally Championship y más tarde en el circuito Intercontinental Rally Challenge, que llegó a ganar en su temporada 2008, compitiendo para el equipo Peugeot Bel-Lux.

En las bicis, empezó pronto a ganar. Tras probar con el freestyle-BMX, bici de ruta, motocross y trial, la llegada del mountain bike a Europa le pilla con 14 años y se mete de lleno decantándose por el descenso, de tal modo que sólo necesitó dos años y unas dotes naturales fuera de lo común para hacerse con su primer título mundial, en Bromont (Canadá), inaugurando una absolutamente increíble racha de 10 títulos mundiales, tres en junior y siete en elite, y 16 victorias en pruebas de Copa del Mundo.

Durante los años 90 fue absolutamente “el coco”, el hombre a batir. Épicos fueron sus primeros años de duelos con Tomás Misser, uno de los corredores que más difíciles le pusieron las cosas al francés.

Sólo en el año 2000 se cortó su racha de victorias en Campeonatos del Mundo, en Sierra Nevada, en un circuito físico que no le favorecía y donde además un pinchazo le dejó fuera de las opciones. Ese Mundial se lo llevó Myles Rockwell, que sabía muy bien lo difícil de su hazaña. Vouilloz todavía volvería a ganar dos Campeonatos del Mundo más antes de centrase en su etapa de los rallys.

En cuanto a las marcas con las que compitió, en la primera época, cuando Sunn era la marca de referencia en Francia, Vouilloz iba por su lado corriendo sobre una GT los primeros años, si bien acabó “en el redil” fichando finalmente por Sunn, aunque antes de terminar el siglo XX decidió fundar su propia marca: V-Process, un proyecto que al final Lapierre integró en su propia estructura, como series especiales dentro del catálogo de la marca.

Desde entonces Vouilloz ha estado ligado a Lapierre en su faceta ciclista, y tras el periodo automovilístico, la fiebre de la bici volvió al francés que esta vez se decantó por la naciente disciplina del Enduro y los formatos Mega-Avalanche. Desde el comienzo de la era Enduro World Series, Vouilloz se destacó como uno de los favoritos a las victorias, imponiéndose de hecho en la segunda cita, Val d´Allos, en ese mismo año 2013.

Los podios continuaron sucediéndose desde entonces, dos el pasado año 2016. Este año ha confirmado que va a dejar de seguir todo el calendario, y que en 2017 se lo va a tomar con más calma, pero cualquiera se fia de este animal competidor… Su intención es dedicarse al desarrollo de las gamas de e-Bikes en Lapierre, y a disfrutar de ellas, pues es un verdadero devoto del eMTB. ¡Por fin sus dos pasiones juntas, la bici y el motor!