A primer golpe de vista los nuevos Maven ya dejan entrever que no son unos frenos normales. Lo más llamativo en sus grandes pinzas son los cuatro tornillos que parecen colocados intencionadamente para que resalten en la pinza de freno, uniendo ambas mitades, reforzando tanto real como estéticamente ambas partes, es decir, toda la pinza de freno.
Entrando más en detalle, vemos unos grandes pistones de 18 y 19.5 mm de diámetro, que empujan unas pastillas de freno de aspecto descomunal, y que se cambian por la parte inferior de las pinzas, en lugar de por la parte superior como en la mayoría de frenos. Las pastillas están disponibles en dos compuestos, sinterizadas, con un compuesto más duro y por tanto más duración en el tiempo, recomendado para usar en condiciones de mojado, y las orgánicas, como las pastillas estándar, más todo uso, y con un compuesto que ofrece un mayor mordiente y menor posibilidad de ruido. Ambos compuestos son los mismos que encontramos en las pastillas de freno de los SRAM Code.
SRAM nos asegura que la mejor calidad de frenada se consigue cuando el freno ya ha cogido una temperatura, de hecho, el diseño de las pinzas ha sido creado con un diseño que disipa en parte el calor, pero no se ha recurrido a aletas u otros sistemas de refrigeración para bajar la temperatura en bajadas largas, ya que las prestaciones se mantienen cuando los frenos alcanzan una buena temperatura. Las juntas también disponen de un material especial para favorecer la calidad de la frenada.
La primera vez que tocas la maneta del freno de un Maven es impresionante, sin más. Su poder de frenada está muy por encima de cualquier otro freno de la marca hasta el momento. La propia SRAM recomienda montar un tamaño menor de disco del que utilices habitualmente. Hay tres tamaños, 180, 200 y 220 mm, todos con un grosos de 2 mm con el diseño de 5 tornillos, con el que SRAM argumenta un 7% más de potencia de frenada que con el equivalente en Center Lock. Los adaptadores (20P-1 y 20P-2) son exclusivos para los Maven, y no se deben montar los ya conocidos 20P.
La pista para saber si estamos sacando todo el rendimiento a los Maven es ver el color de los brazos de los discos HS2 junto a la pista de contacto de las pastillas. Si el metal no coge ningún color, es muestra de que no conseguimos que los frenos alcancen una temperatura óptima de frenado, por lo que la recomendación es pasar a un diámetro menor. Al ver el característico color ocre-bronce, es señal de que los frenos están trabajando a buena temperatura, y si el color es más como un arco iris, señal de haber alcanzado excesiva temperatura, conviene pasar a un diámetro mayor.
Un dato sobre el incremento del poder de frenada en función del tamaño del disco: Por cada 20 mm más de diámetro, un 14% más de potencia. Lo que supone que si pasas de 180 a 220 mm se incrementará ¡¡un 28%!! Este dato no resultaría tan llamativo si no fuera porque los Maven son un 50% más potentes que unos SRAM Code…
Lo que impresionan estéticamente se refrenda en marcha
También hay que destacar que los Maven son los primeros frenos SRAM en utilizar aceite mineral, en lugar de líquido de frenos DOT, algo que pensamos que se extenderá a la gama. En cuanto a las manetas, al igual que los nuevos DB8 que ya se han podido ver, comparte el diseño Stealth más paralelo y pegado al manillar, con posibilidad de ajuste de alcance de la maneta en los tres modelos y de punto de contacto de las pastillas en los dos superiores, Silver y Ultimate. Los Maven no son compatibles con las manetas o palancas de Code y están fabricadas en aluminio. Según los datos de la marca, es necesario un 32% menos de fuerza ejercida sobre la palanca para la misma potencia de frenada.
La tecnología Swinglink que aumenta el poder de frenada durante el recorrido de la maneta, multiplicando la fuerza que los pistones ejercen sobre el disco a medida que la accionamos, está presente en los Maven, al igual que otros frenos de la marca. En resumen, podríamos decir, que SRAM ha aprovechado los puntos fuertes de sus frenos existentes, o su concepto, y a partir de ahí ha desarrollado todo un conjunto para elevar su frenada a otro nivel, algo que los usuarios llevaban tiempo demandando.
¿Y CÓMO FUNCIONAN?
Los Maven suponen un antes y un después. Ya no ralentizan, ahora paran. Si quieres clavar los frenos de verdad, la potencia que obtienes es tremenda, de hecho las primeras tomas de contacto conviene que sean suaves y sin referencias de otros frenos, porque es un hecho que su potencia les coloca en otra categoría, para lo que realmente han sido diseñados.
No hemos tenido apenas tiempo para poder montar con ellos, pero las primeras impresiones colocan a estos frenos en un nivel en el que pueden luchar con otras marcas, ya sean orientales o europeas. Por supuesto, SRAM no puede tropezar de nuevo cuando hablamos de frenos, y eso es lo que nos lleva a pensar que en el largo plazo nos van a seguir gustando tanto como cuando los hemos probado por primera vez.
LA GAMA “EXPERTA”
Tres niveles de Maven componen la gama de estos potentes frenos que tendrán su foco en eMTB con marcado acento endurero, y en mountain bikes de gran recorrido donde se precisa de una gran capacidad de frenada que hasta ahora SRAM no tenía en su colección de producto.
- SRAM Maven Bronze
La opción básica de los SRAM Maven es la Bronze, cuya principal diferencia respecto a los dos modelos superiores lo encontramos en la maneta, al no disponer del ajuste de contacto de las pastillas, así como el uso de casquillos en la leva en lugar de rodamiento “Swinglink”. La pinza en lugar de ser forjada es de estampación. El color es “Dark Polar” y el precio de kit completo recomendado es de 440 euros.
- SRAM Maven Silver
La versión intermedia ya dispone del alcance de contacto de las pastillas regulado desde la maneta, y Swinglink o rodamientos. Disponible en negro anodizado y comparte el mismo baremos de peso de los tres modelos, entre los 360 y 370 gramos las tres versiones. Su precio recomendado es de 640 euros.
- SRAM Maven Ultimate y Ultimate Kit
El modelo tope comparte con el Silver todas las especificaciones, pudiendo optar por el Ultimate Kit que es la versión con las pinzas en color rojo, y que incluye además de los frenos, 2 discos de 200 mm, 1 de 180 y otro de 220 mm, pudiendo realizar con ellos diferentes combinaciones. El kit consta además del aceite Maxima, dos juegos de pastillas, los adaptadores, un kit de purgado y un estuche. 699 euros es el PVP recomendado de venta del kit.
Más información en www.sram.com.
