Casi 6000 km con la Canyon Neuron 9.9 AL

Seguimos haciendo miles de kilómetros en nuestro test de larga duración de una de las bicis de más éxito de Canyon

Jose María Fernández

Casi 6000 km con la Canyon Neuron 9.9 AL
Casi 6000 km con la Canyon Neuron 9.9 AL

Tras el primer episodio de esta serie, que cubría los 2500 primeros kilómetros de la Canyon Neuron, hemos seguido exprimiéndola, continuando con el objetivo de observar la fiabilidad general de la bici. Esta vez, traemos las experiencias de lo vivido entre los 2500 y los 5800 kilómetros. No describiremos de nuevo la bici, ni hablaremos de su equipamiento, ya que, eso no cambia con el uso y nos limitaremos a las incidencias-novedades de este período.

La prueba se ha estirado un poco en el tiempo, al coincidir con un pequeño descanso que he tomado entre temporadas y una caída sin consecuencias, que me tuvo unos días con molestias. Siguiendo mis costumbres, estos kilómetros son bastante variados, habiendo hecho desde puertos de carretera importantes (Tourmalet, Portillón,…) a una excursión de bikepacking, con casi 800 kilómetros (de caminos, sin carretera) en cuatro días.

Como recordaréis del primer episodio, se cambió cadena a los 1800 kilómetros. Esta segunda cadena, le he aguantado un poco más, realizándose el nuevo cambio a los 4503. Vuelvo a poner una Shimano Deore XT, que está dando un resultado óptimo.

Como ya comenté, la zona por la que monto es muy propensa al barro pegajoso y durante el invierno, monto cubierta con cámara para cambiar fácilmente entre cubierta de montaña y de ciclocross o carretera. Cuando pasa la época de lluvias, paso al tubeless, que es mucho más fiable.

Aunque las ruedas no están indicadas como aptas para tubeless, yo tubelicé sin problemas (sólo algo de paciencia y más líquido) la Continental Mountain King delantera. Sin embargo, una pequeña raja en la cubierta trasera (Continental X-King) me hizo imposible tubelizarla, por lo que preferí  sustituirla por una Hutchinson Python que uso para competir. De todos modos, la X-King la volveré a poner cuando vuelva a cámaras en invierno. Esta operación la hice a los 3797 km., por lo que la trasera ha estado desde los 2086 hasta estos 3797 kilómetros.

Si bien la delantera no ha dado problemas, a los 5793 kilómetros, una piedra rajó el flanco y aunque presenta bastante dibujo, quedó inutilizada.

Conseguí volver a casa con algo de maña y de ingenio y procedí a sustituirla por la pareja de la trasera, una Hutchinson Cobra, quedando la configuración que uso en carreras, a la que estoy bastante habituado. En breve, sustituiré la trasera, que está al límite (la monté con bastante uso previo en varias carreras largas). También está a punto de ser sustituida la cadena, pero ambos cambios los concretaré en el próximo episodio.

A nivel de averías, no hay nada destacable, salvo lo comentado de las cubiertas, todo ello dentro de la normalidad y que puede ocurrir en cualquier caso y con cualquier neumático.

Suspensiones y frenos siguen comportándose perfectamente, con el lógico desgaste de pastillas, que también están en la última fase de su vida útil. Destaco que ambas suspensiones son relativamente sensibles a las altas temperaturas, notándose algo más vivas (menos retención de hidráulico, por aceite más fluido) con temperaturas bastante por encima de los 40ºC durante bastante tiempo. Es algo que nunca había notado pero que es totalmente normal y en ningún caso complica la situación. Sólo notas un rebote un poco más vivo.

A nivel de cuadro o transmisión, nada que destacar, no habiendo aparecido ningún crujido, ni ruido de las articulaciones, ni nada por el estilo. Tampoco hay ninguna novedad con las ruedas, que siguen en plena forma, sin desgaste ni deterioro aparente de rodamientos.

Y no hay más que contar. Seguiremos haciendo kilómetros y disfrutando de la calidad y fiabilidad de la Neuron y ¡os emplazamos a un nuevo episodio!