El Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo es conocida como el territorio del oso pardo… pero para los que hacemos mountain bike, esta zona de la Asturias interior es famosa también por otra razón, por ser el lugar donde cada año tiene lugar la Rosca de Somiedo, una prueba MTB que cada mes de julio reúne a los aficionados que buscan el MTB más puro y exigente con el reto común de superar sus ascensos interminables en un entorno natural espectacular.

Desde hace unas temporadas La Rosca de Somiedo está incluída en las Ironbike Series, un circuito nacional de pruebas MTB maratón que tomó su nombre de la mítica prueba italiana Ironbike, en los Alpes marítimos, y que muchos consideran como la carrera más dura del planeta.
Este año yo estoy disputando este circuito, y he conseguido ponerme líder en mi categoría tras tres pruebas disputadas. La Rosca de Somiedo es el siguiente reto, y es un reto de altura, y nunca mejor dicho: en poco más de 60 km tendremos que superar cerca de 3.000 m de desnivel positivo, con rampas que alcanzan el 30%.

Conocer el trazado antes de la prueba siempre es una ventaja, y para un territorio de montaña pura como es Somiedo hemos podido contar para ello con el Jeep® Avenger. Así que nos pusimos en marcha rumbo a Asturias, disfrutando del espectacular paisaje de lugares como Barrios de Luna o la comarca de Bavia, antes de adentrarnos en Somiedo atravesando el puerto que lleva su mismo nombre. En este viaje íbamos a disfrutar de la bici, pero también de la carretera: con su cambio manual y manejabilidad, el viaje fue una gozada conduciendo con el Jeep® Avenger.

TIERRA VIRGEN
Pola de Somiedo es el punto de salida y llegada de La Rosca de Somiedo, y también fue nuestro campamento para esta expedición de reconocimiento. El objetivo era llegar a los puntos más destacados del recorrido, a veces lugares recónditos, y siempre es una gran tranquilidad saber que contamos con Connect One. Viene incluido de serie en el Avenger. Activándolo puedes ponerte en contacto con el centro de atención 24/7 para asistencia en carretera o contactar con el servicio de atención al cliente de Jeep® directamente desde la app Jeep®.

Reconociendo el track decidimos varios puntos de acceso que nos acercarían a los tramos más destacables del circuito. Llegar a esos puntos iba a ser muy fácil con el set de navegación Uconnect™ de Jeep®, intuitivo, ¡muy fácil!
Desde Pola de Somiedo íbamos a afrontar una larga subida inicial que nos llevaría al primero de los dos valles que atravesaremos. Decidimos hacer este primer tramo saliendo directamente pedaleando desde el Hotel que nos dio acogida en Pola de Somiedo, a escasos metros de donde el próximo 13 de julio tendrá lugar la salida a esta prueba.

Ver el track en nuestro ordenador o móvil es una cosa, pero cuando llegas con tu bici hay algo más que distancias y porcentajes.

Las primeras rampas con sus losas embarradas y pasos técnicos ya nos advierten de que esto va a ser duro…

Cerramos este primer tramo de reconocimiento abordando los primeros descensos del recorrido, ¡ojo con los desniveles y la adherencia! El recorrido aquí cambiará de valle. Del Valle del Lago vamos a pasar al Valle de Saliencia, y es hora de cargar la bici en el Avenger y ponernos rumbo al siguiente tramo relevante de la ruta.

RAMPAS IMPOSIBLES
Tras un largo descenso, el recorrido de La Rosca de Somiedo se adentra, como decimos, en el Valle de Saliencia, y ahí circularemos algunos kilómetros del puerto de La Farrapona, mítica ascensión de la Vuelta a España.

Llegaremos a la población que da nombre al valle, el lugar desde donde parte el bucle que sólo realizaremos los que participemos en el recorrido largo, La Rosca 60, que incluye los tramos más duros de la prueba. Es un terrible segmento que nos elevará hasta los 1.750 m de altura en unas rampas de cemento tan empinadas que parecen imposibles…

Por suerte llevamos montado un plato de 32 dientes. Es importante llevar pastillas de freno en buen estado, en la bajada que haremos para cerrar el bucle ¡vamos a necesitar buenos frenos!

De nuevo en Saliencia, seguiremos un ascenso, esta vez más asequible, que nos elevará hasta el final de La Farrapona. El paisaje es espectacular. Hacemos una nueva parada con el Avenger en este punto que separa Asturias de León, y donde la climatología puede cambiar en cuestión de minutos.

También es el lugar desde donde parte un pequeño descanso del trazado, con una divertida bajada con sorpresa final, el precioso lago de la Cueva, el primero que vemos, y que no será el único. Estos lagos de montaña entre parajes de origen glaciar son otro de los atractivos de este recorrido por Somiedo.

Allí también nos encontramos una pequeña braña. Las Brañas son unas tradicionales cabañas de montaña de diferentes tamaños que utilizaban los pastores, y que son características de los valles de Somiedo. En el recorrido vamos a pasar por algunas de ellas.

Pasado el lago de La Cueva comienza una subida que nos trasladará como a otro país. Como si de repente hubiésemos viajado a los altos valles alpinos, circulamos unos kilómetros por una extensa meseta verde rodeados de vacas y de cumbres montañosas.

Tras el lago de la cueva, una larga subida nos traslada a un paisaje alpino
En este punto el duro recorrido ya va a hacer mella en los participantes, pero estamos seguros de que aún así no vamos a poder contener la sonrisa en la cara.

Esta meseta nos va a llevar de nuevo al Valle del Lago. Para ello tendremos que afrontar la bajada más técnica del día. Volvemos al puerto de la Farrapona y cargamos de nuevo en el Avenger hacia nuestro nuevo destino.

Nos trasladamos con el Avenger a Valle del Lago para el reconocimiento. El trazado es sinuoso, la carretera perfecta para disfrutar de la conducción y el paisaje.

OSO A LA VISTA
Antes, en la bajada de La Farrapona vemos apostadas en una curva decenas de personas con sus teleobjetivos apuntando a una ladera escarpada. Paramos y les preguntamos ¿Qué estáis buscando? “Osos”, nos dicen, “se han visto por aquí”. Esto nos deja impresionados, unos minutos antes habíamos estado pedaleando un poco más arriba de este punto, y no podemos evitar cierta intranquilidad a partir de entonces cuando nos adentramos en zonas boscosas. Sin embargo, la gente del lugar nos tranquiliza: “el oso siempre va a evitar al ser humano. Si va con crías hay que evitar interponerse entre la madre y la cría”.
Llegamos a pequeñas aldeas enclavadas entre montañas, con apenas 8 habitantes

En la pequeña aldea de Valle del Lago hacemos nuestra última parada para reconocer parte de los tramos técnicos de bajada y la última subida exigente del recorrido. La dureza del trazado se va a notar a estas alturas, ascendemos al Embalse de El Lago por rampas de gran porcentaje, casi al nivel de las que conocimos en Saliencia.

Algo nos quedó claro, que el día de la prueba vamos a tener que darlo todo
Llegar arriba es una alegría para los ojos, rodeado de montañas, y sobre todo para nuestras piernas, porque desde aquí el terreno será favorable hasta meta, con divertidos tramos en un largo descenso hasta la meta en Pola de Somiedo.


Con la sensación de los deberes hechos y de que el día de la prueba vamos a tener que “dar el callo”, regresamos al punto de inicio con el Jeep® Avenger para disfrutar de un merecido cachopo. ¡Hay que recuperar fuerzas!
Jeep® Avenger: Compañero ideal

Para nuestra aventura en tierras asturianas hemos podido disfrutar de la versión 1.2 de 100 caballos. El Avenger ya está disponible con tres opciones, esta de gasolina con la que hemos podido viajar con unos consumos más que ajustados, la versión híbrida y la más reciente, 100% eléctrico (con 156 CV y un par máximo de 260Nm) las tres con un sistema de financiación que permite pagar la misma cuota sea cual sea el modelo escogido.

El Avenger está lleno de pequeños detalles, y su interior es muy cómodo, contando además con una pantalla de 10,25” desde la que conectarte a todo un mundo de experiencias Jeep®. Todo alrededor del puesto de conducción minimalista y práctico, y nos llamó la atención detalles tan curiosos como el sonido al activar las intermitencias, con una cierta melodía.

Su frontal destaca por tener las siete barras verticales signo de identidad de Jeep® y su facilidad de conducción es notable. Gracias a su posición de conducción algo más elevada, conducir por las carreteras de montaña de Asturias nos ha permitido disfrutar todavía más de este paraíso natural.

Entrevista: Noé Alvarez. Club Mountain Bike Somiedo

Hablamos con uno de los artífices de La Rosca de Somiedo, Noe Álvarez.
Hola Noe. Cuéntanos un poco la historia de La Rosca de Somiedo.
La Rosca de Somiedo nació ya hace 11 años. Creamos un club de bicicletas y de montaña que se llamaba Mountain Bike Somiedo y a partir de ahí otro chico y yo empezamos a darle vueltas: que había que hacer una prueba aquí en Somiedo, que había que dar a conocer todos los paisajes, los lagos y demás que hay por aquí, y así poco a poco fue naciendo la Rosca de Somiedo. El nombre viene de unas pruebas que se hacían aquí en los pueblos de Somiedo que se llama La Rosca, tiene ya una pequeña historia. Empezamos sin saber casi nada, con lo que teníamos y podíamos. El primer año había 60 participantes y después año a año fue evolucionando, fuimos modificando un poquitín los recorridos para hacerlos más vistosos, y fuimos añadiendo cosas, como varias opciones de recorrido, y así llegamos hasta lo que tenemos ahora mismo.

¿Cuántas ediciones lleváis de La Rosca de Somiedo?
Este año se va a hacer la 11ª, y hubo una edición en pandemia que no se hizo, así que realmente llevamos 12 años haciendo la prueba.

Hay tres recorridos que podemos elegir, ¿no es así?
Sí, hay tres recorridos, el primero de aproximadamente 35 km que es para la gente que quiera iniciarse en la prueba, en él llegas a uno de los lagos, haces la bajada final… está muy bien para la gente que busque algo más que una cosa llana. La Rosca 45 ya es bastante exigente. Ya con más de 2.000 m positivos en esos kilómetros, y el grande, ya tiene 65 km con 3.000 m positivos, todos ellos en los 50 primeros kilómetros, porque los últimos son de bajada. Ahí hay que apretar.