Empezaremos por una pregunta ¿has probado una e-Mountain Bike alguna vez? Porque para sentenciar o al menos dar una opinión fundada sobre algo primero hay que haberlo experimentado. Si tu respuesta es no, intenta probar una, porque si no lo has hecho quizás no interpretes correctamente qué es una e-Bike. Una e-Bike es una bicicleta de pedaleo asistido, es decir, una bicicleta en la que el motor principal eres tú, y el motor eléctrico es tan sólo una ayuda. Aquí no hay un acelerador donde puedas “dar gas” y que la bici comience a rodar, mientras tú tan sólo te preocupas de pilotar. Hay que pedalear y se comporta como una bici normal, aunque eso sí, en el momento en el que comienza a “asistirte” te dota de superpoderes que te hacen ir más rápido, sobre todo subiendo, hasta un máximo de 25 km/h, instante en que se corta el encendido y que te quedas en plena rampa con los más de 20 kilos de este tipo de bicis, hasta que disminuye la velocidad y reanuda la asistencia.
¿Qué nos pueden aportar? Pues ir más lejos en menos tiempo, disfrutar más. Poder seguir al grupo de amigos o acompañarles hasta lo más alto de la montaña aunque nuestro estado físico sea muy inferior. Disfrutar antes de que se vaya el sol de esa bajada técnica y divertida a la que sólo se accede tras dos horas de subida, pues que ahora la completarás en tan sólo una… son pura diversión. Esto es lo que aportan las bicis eléctricas. Lo comprobamos hace un par de meses, en el número 272 de la revista BIKE, donde un aficionado al Mountain bike de perfil medio puso en jake a un Top10 de la Copa del Mundo como es Sergio Mantecón. ¿Cómo lo logró con sus 90 kilos de peso? Enfrentándose al campeón con un Trek Powerfly 9 con motor Bosch Performance.
Pero como dijo el Tío a Spiderman: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y el uso de este tipo de este tipo de bicis requiere ser responsable y respetuoso con la naturaleza y con los demás. Hará la montaña asequible a usuarios de todo tipo, quizá sin tradición ciclista o deportiva. Poder subir a 25 km/h por lugares donde habitualmente el cuentakilómetros marca 10 engancha como una droga, y el ansia de correr y correr puede hacer perder los modales a según que tipo de persona, no aminorando ni cediendo el paso a otros usuarios del sendero… y problema al canto. Ya se está debatiendo en las redes sociales, tras la reciente publicación de la prohibición a circular por senderos el estado norteamericano de Moab. El Bureau of Land Management de Moab (equivalente a una Consejería de Medio Ambiente española), suma las eléctricas en la categoría de los vehículos a motor, aplicándoselas la misma regulación que limita su uso a carreteras y caminos establecidos para motorizados, con el fin de regular la afluencia y evitar posibles situaciones de peligro.
¿Vosotros qué opináis?