En los libros de historia del ciclismo, Italia aparece como cuna y epicentro de los primeros creadores. Rápidamente a todos nos suena en la cabeza un nombre y un apellido como el de Edoardo Bianchi, el fabricante más antiguo del mundo. Y aunque en España no es tradicionalmente tan conocida, Olympia fue la segunda marca en abrir puertas al mercado, con una trayectoria que se remonta nada menos que a 1893, 121 años de aprendizaje, perfeccionamiento y experiencia hasta alcanzar el nivel de bicicletas como esta CSL-X, una purasangre de carreras con mucho que ofrecer. Olympia además, fue una de las primeras marcas “de pata negra” en apostar por el diámetro de 27,5” en las bicis de Rally de competición, llevando ya un par de temporadas confiando en sus características.
MENS SANA
Originalidad y elegancia definen la anatomía del cuadro CSL-X, una de esas bicis en las que, aunque eres capaz de hacerte una idea sobre cómo va a ir antes de haberla probado, necesitas (y deseas, dicho sea de paso) una ruta exigente y en profundidad para experimentar una gran cantidad de reacciones. Esta es la primera consecuencia que deriva de su cuadro, un musculoso y cuidado al detalle monocasco, hecho con capas de fibra Toray T700, M30 y T800, siendo esta última la principal y usada en mayor porcentaje, y ubicadas de manera que prime la solidez en todos los tubos. Toray es a los fabricantes de carbono lo que Easton a los de aluminio, uno de los principales suministradores de materia prima de alta calidad. Esta rigidez de la que presume se ve acentuada aún más gracias a las medidas compactas del cuadro, en el que han buscado unos tubos no excesivamente largos, con un triángulo trasero igualmente de dimensiones reducidas (y unas vainas de tan solo 430 mm) y unos tirantes súper delgados, en busca de una ligera flexión vertical que nos amortigüe las vibraciones y sequedad de los impactos. Aquí se ha trabajado con delicadeza respecto a la versión anterior (que pusimos a prueba en el nº 253 de BIKE), dibujando los tirantes un ángulo que se continúa en el tubo superior, colaborando en la mencionada dulzura de tacto y añadiendo un plus de delicadeza y diseño a este cuadro. Algo en lo que en Olympia se muestran acérrimamente convencidos y que nosotros no podemos ni queremos discutir porque estamos completamente de acuerdo, aunque a día de hoy no hay consenso entre marcas ni usuarios de bicis de Rally de competición, es en el uso de ejes pasantes en ambos ejes, especialmente en el trasero, de 12 mm en este caso. Sobre si es más rápido o lento que uno convencional, es cuestión de segundos, pero el incremento de rigidez (y precisión), incluso en una bici de 9 kg, es palpable. En la zona delantera el cuadro vuelve a describir un nuevo ángulo, con las entradas del cableado interno -freno trasero incluido- como protagonistas, una zona estéticamente bonita, y que además contiene la medida de la pipa de dirección para mantener el manillar bastante bajo (sin espaciadores bajo la potencia la posición es extremadamente agresiva, solo para expertos). Anclaje directo para el desviador (para versiones de doble plato), y también directo para el freno trasero en vaina, redondeado todo con un pedalier sobredimensionado Pres Fit.
CORPORE SANO
Una bici de competición como la Olympia pide a gritos un montaje fiel a sus expectativas. El modelo Race en el que hemos pedaleado gira en torno a un grupo SRAM X01, una transmisión de un único plato, como no podía ser de otra manera. Además de ahorrar algo de peso, encaja con el uso frenético al que va a ser destinada la bici, aunque el plato de 32 dientes puede quedarse algo corto para quienes son capaces de mover muchos vatios de potencia, ya que al ser una bici muy ligera es fácil alcanzar velocidades que piden desarrollos largos. Los frenos SRAM XO, algo más pesados que unos XX pero con un incremento de potencia considerable, nos permiten una buena frenada en el eje delantero con un disco de 160 mm. Llaman la atención los componentes Ritchey WCS, ligeros, con una calidad de acabados muy atractiva como es habitual en la marca, pero todos ellos de aluminio. En una bici de este precio, 4.700€, seguro que muchos usuarios desean encontrar unos componentes de carbono para ir más conjuntado aún si cabe con el cuadro de la bici. No obstante, para los más exigentes aún existen dos montajes superiores, el Race XX1y EVO R1, en los que el que podrán disfrutar de un montaje 100% de Copa del Mundo. Además, Olympia nos permite poder modificar la horquilla (Fox o RockShox) y las ruedas (ZTR, Miche o Mavic, según modelos).
MÁS DE LO QUE ESPERAS
No todos los días tenemos entre manos una bici de Rally de 27.5” capaz de hacer sudar a las consagradas 29ers, y curiosamente la CSL-X es capaz de mantener un pulso con ellas sin mostrar debilidad. Es una bici curiosa, se siente corta al comenzar a pedalear en ella, probablemente porque te subes con la idea de encontrar una posición extrema, muy estirado y quizás forzado. El marcado sloping del tubo superior y el triángulo trasero compacto tienen bastante que ver en esto. Te entran ganas de pedalear fuerte, exprimirte, pero sabiendo que tienes control sobre los mandos, en lugar de “ir vendido” cuando llegan zonas técnicas como ocurre en algunas bicis de carreras. Esto también está influido por la longitud entre ejes, holgada y cercana al metrodiez, con 107 cm, haciéndola estable cuando soltamos los frenos. Es una mezcla de agilidad y estabilidad bastante lograda, no fácil de encontrar en cualquier bici de competición, y aunque pueda sonar a tópico o forzado, recuerda a la facilidad de movimientos de las 26” con la capacidad de enfrentarse a la velocidad de una 29”. No tiene uno de los cuadros más sobredimensionados que hemos visto, aunque no le falta rigidez, especialmente en el pedalier, transmitiendo perfectamente nuestras fuerzas a la transmisión. Además, nos encanta la sensación de rodar sobre raíles que aporta el eje pasante trasero. La selección de componentes, desde el ancho del manillar, longitud de la potencia o retraso de la tija, son idóneas para esta bici, al igual que las ruedas No Tubes ZTR Crest. Con estas ruedas junto a los neumáticos Rocket Ron de Schwalbe tuvimos un problema, ya que destalonó (la delantera) en el aterrizaje al saltar un reguero en el camino, con el consecuente susto, raspón en el codo y una raja en el neumático. Quizás debido a una presión algo más baja de lo recomendado (para compensar la pérdida de agarre que provocan los caminos demasiado secos), lo cierto es que nos llamó la atención ya que las llantas No Tubes presumen de tener unos labios que aprisionan firmemente el neumático. Quizás no es la bici más indicada para ir saltando por la montaña, lo sabemos, pero es difícil resistirse a despegar sus ruedas del terreno cuando llegan regueros, hoyos profundos o sencillamente por diversión, ya que los 9 kilos escasos colaboran a ello, y una vez que bloqueamos la horquilla, tendrás ganas de pedir que la subida continúe tras esa curva en la que no se ve el final, ya que tiene un rodar suave y sencillo.
FICHA TÉCNICA
Marca: Olympia
Modelo: CSL-X2 650B Race X01
Precio: 4.700,85€
Cuadro: Fibra de carbono monocasco
Tipo: Rally/Maratón
Año: 2015
Horquilla: Fox Float 32 CTD. Recorrido 100 mm
Pedalier: SRAM X01. 32 dientes
Pedales: No incluidos
Cambio: SRAM X01
Mandos Cambio: SRAM X01 GripShift
Casete: SRAM X01. 10-42
Cadena: SRAM X01
Frenos: SRAM X0.
Dirección: FSA Semi integrada
Potencia: Ritchey WCS 4X
Manillar: Ritchey WCS. 660 mm
Sillín: Selle Italia SL
Tija sillín: Ritchey WCS. 440 x 31.6
Llantas: Stan´s No Tubes ZTR Crest
Bujes: Miche 966
Cubiertas: Scwalbe Rocket Ron. 27,5 x 2.1”
Peso: 9,020 kg (talla M, sin pedales)
Tallas: S, M, L y XL.
GEOMETRÍA
A: 1.070 mm
B: 307 mm
C: 430 mm
D: 432 mm
E: 587 mm
F: 73,2º
G: 71º
Más información en olympia-cycles.com