El reto imposible

Más de 100 metros de desnivel, una rampa extrema de más de 33 grados de inclinación… y una eMTB KTM Proto para lograrlo. Subir por una rampa de salto de esquí no parece una tarea posible, hasta que alguien como Alexander Pointner se lo plantea como un reto.

Julio Vicioso Fotos: KTM Austria

El reto imposible
El reto imposible

Alexander Pointner fue el seleccionador austriaco del equipo de saltos de esquí hasta 2014, cumpliendo una década de grandes éxitos para los saltadores del país centroeuropeo. Gregor Schlierenzauer, Thomas Morgensterno o Wolfgang Loitzl son solo algunos de los medallistas que bajo las órdenes de Alex han logrado los mejores resultados posibles en el mundo de saltos de esquí.

El reto imposible

Ya retirado, y con algunos libros publicados, Alex tomó como reto casi imposible realizar el camino opuesto al que cualquiera puede imaginar cuando ve un trampolín de salto, empezar abajo y subir la gran rampa en la estación de Seefeld, en el Tirol austriaco, y a apenas media hora en coche de Innsbruck: “Desde abajo la pala se ve inmensa, diferente, es una perspectiva a la que nadie está acostumbrado".

Para el reto una marca austriaca como KTM Fahrard se lo iba a poner fácil, aportando una de sus e-MTB más endureras, la Macina Prowler, conveniente modificada: “Los clavos en las ruedas son imperativos, pero eso no era suficiente" nos dicen desde KTM.

El reto imposible

Sin lugar a dudas, sin realizar los convenientes cambios, aquello no iba a funcionar, la bici se levantaría y aunque el motor Bosch Performance CX Generation 4 tuviera la suficiente fuerza para llevar a la cima a Alex y sus más de 1,80 de altura, la geometría de una eMTB normal no está pensada, en absoluto para un reto como este.

El reto imposible

Una vez en marcha el reto, no había marcha atrás: “Como en los saltos de esquí –dice Alexander- una vez que sueltas la barra, ya nada te puede parar". Para “achatar" la parte delantera de la bici se montó una horquilla FOX 32 (la Prowler de serie monta una horquilla de 160/170 mm de recorrido) a la que se dejó bloqueada en su posición de máxima compresión, consiguiendo así una parte frontal mucho más baja.

El reto imposible

Además, en la parte delantera, se optó por una rueda de menor diámetro, 26" con un neumático Schwalbe Hans Dampf con clavos para poder mantener la dirección en el suelo, y una potencia con una angulación negativa para poder poner el mayor peso posible en el tren delantero sin levantrse del sillín.

El reto imposible

La clave era no levantarse del sillín para así mantener la tracción en la rueda trasera, de 29", firmada por KTM y con un neumático Schwalbe Dirty Dan. La transmisión, con un cambio Shimano XTR, aunque con un casete también tuneado para afrontar la enorme rampa donde los esquiadores aterrizan en sus saltos.

Para adelantar el peso de Alexander durante la fase de mayor inclinación, más de 33.5º, se montó una tija Ritchey invirtiendo su posición 180º y el sillín se colocó “estilo" Jaroslav Kulhavy o Jofre Cullel, con la punta delantera muy inclinada hacia abajo para hacer más cómodo el pedaleo en la fase de ascensión.

El reto imposible

Con todos estos ingredientes la KTM Macina Uphill Flow Prototype estaba lista para afrontar los más de 109 metros de ascensión en la estación de Seefeld, que, acabaría como un nuevo éxito y reto conseguido por parte de Alexander Pointner.