Un caso real: Seguro privado: ¿sí o no?

El seguro privado con cobertura de accidentes para ciclismo tiene sus defensores y sus detractores, aquí tenemos un ejemplo que muestra por qué estamos a favor.

Iván Mateos

Un caso real: Seguro privado: ¿sí o no?
Un caso real: Seguro privado: ¿sí o no?

La recomendación o de contratar un seguro privado con cobertura de accidentes para ciclismo, como el otorgado por la Federación Española de Ciclismo, tiene sus seguidores y detractores. Nosotros siempre lo recomendamos como un suplemento más que nos proteja, más aún el de RFEC ya que al federarnos aumentamos el censo de ciclistas o bikers “registrados” lo que nos hace ganar peso al conformar un colectivo más númeroso ante las instituciones gubernamentales. Vaya por delante que los servicios sanitarios de la Seguridad Social siempre actúan de una manera eficiente y profesional, y que el caso que os vamos a relatar no es un ejemplo que describa la totalidad de las incidencias, simplemente es una experiencia real sufrida en nuestras propias carnes recientemente.

El pasado 16 de mayo nuestra colaboradora Sandra tuvo una mala recepción de un salto y se fracturó la clavícula. Rápidamente llamamos al 112 (tal como hay que actuar en primer lugar aunque se posea un seguro privado) y en cuestión de 20 minutos ya se habían movilizado los activos de Guardia Civil, Protección Civil y sanitarios de la Seguridad Social de Béjar (Salamanca) a la zona, para su evacuación al Hospital Virgen del Castañar. Tras la exploración  por la médico de guardia y realización de una radiografía previa donde se comprueba el desplazamiento de la fractura, se le coloca un “vendaje en 8” y se la da el alta hospitalaria, con la indicación de volver en 8-10 días a revisión por Traumatología, para comprobar la evolución de la fractura.

Un caso real. Seguro privado si o no
 

Pero Sandra tenía dolores, incomodidad y malestar por el hueso desplazado, que se mueve y se “clava” en el interior del cuerpo, así que decidimos pedir una segunda opinión, que para eso cuenta con licencia federativa en curso. Llamamos al  teléfono de emergencias de Fiatc, la compañía aseguradora de la Federación de Ciclismo de Castilla y León, y tras unas preguntas por parte del responsable médico ponen una ambulancia nuestra disposición para trasladar a Sandra desde Béjar a la Clínica Santísima Trinidad de Salamanca, centro concertado con el seguro. La atienden nuevamente de urgencias y lo primero que nos solicitan es la radiografía posterior a la colocación del vendaje, pero... ¡no la hicieron! Se sorprenden de que no comprobasen si la colocación y el vendaje habían surtido efecto, llevando a las partes del hueso roto a quedar en contacto. Se realiza una nueva radiografía y, efectivamente, se comprueba que la fractura continúa separada y sin posibilidad de unión natural. Se procede al ingreso hospitalario y al día siguiente se le practica a Sandra una intervención para colocarla una placa que unirá la fractura. Al segundo día se le da el alta y se la envía a casa, los dolores han desaparecido y sólo quedan las molestias lógicas del postoperatorio.

 En este caso real se ha solucionado una fractura de clavícula en dos días a través del seguro privado de la Federación de Ciclismo, mientras que en la Seguridad Social, el personal de turno había recomendado 8-10 días de tortura con un hueso desplazado que no tenía opciones de soldar. Ahora la pregunta es: ¿merece la pena invertir los aproximadamente 80€ de la licencia federativa? Que cada cual encuentre su propia respuesta.

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