1. Siéntate correctamente. Una buena opción es sentamos en pelotas de fitness. Eso no sólo reduce considerablemente nuestros dolores de espalda, también mejora nuestro tono muscular, especialmente la zona abdominal y lumbar.
2. Ten comida saludable en la oficina. Pon una cesta con frutas y frutos secos en tu oficina en vez de caramelos para poder comer entre horas. La fruta aporta fructosa y los frutos secos naturales carbohidratos con fibra, magnesio y proteína vegetal. Son un picoteo sano que te ayudará a pensar mejor y a evitar picoteos y tentaciones.
3. Prepara una infusión cada vez que necesitas una parada. Es fácil hacerse una infusión si tienes un calentador de agua en la oficina. Las infusiones se preparan en cualquier sitio, tiene efectos medicinales, no necesitan guardarse en nevera y hay muchos sabores diferentes. Intenta evitar la cafeína por la tarde o cuando ya lleves varios cafés o tés. Varía los sabores según lo que necesites: manzanilla o tila para los periodos de estrés, té negro, rojo o verde para cargarte las pilas y despertar la creatividad. Rooibos con naranja cuando te encuentres sin ánimos. Menta para agudizar el ingenio… ¡Te vas a sorprender con lo que puedes conseguir con las infusiones de hierbas!
4. Muévete cada dos horas. Un reciente estudio ha comprobado que las personas que trabajan varias horas sentadas guardan más grasa de reserva que las que trabajan de pie, para la misma ingesta calórica. Parece que las células de la grasa abdominal que quedan comprimidas al estar en una silla, generan un tipo de inflamación que conduce a guardar más grasa de reserva en la barriga. Basta parar 5 minutos el trabajo y subir las escaleras, moverse por la planta, hacer unos estiramientos o unos ejercicios de yoga ¡lo que quieras! pero dale un poco de movimiento a tus músculos y articulaciones y no dejes que se estanquen.
5. Revisa tu postura y tus malos hábitos en el trabajo. Seguro que ya sabes a qué me refiero: sujetar el teléfono entre el hombro y la oreja, sentarte mal en la silla, no tener la pantalla del ordenador a tu altura, escribir en el teclado con las muñecas dobladas, tener las piernas cruzadas, llevar ropa incómoda o estrecha, los tacones, etc. Piensa que una mala postura repetida durante tantas horas cada día es lesión segura.
6. Olvídate de la comida rápida de la máquina. No a los sándwiches, chocolatinas, batidos, bolsas de aperitivos, patatas fritas, caramelos, etc. Si no hay opciones saludables en tu oficina, llévatelas de casa, así no sólo comes mejor, también ahorras.
7. Celebra los triunfos de forma saludable. Las tapas de los viernes, las copas después del trabajo, las comidas de empresa, etc. Todo parece inventado para comer grasas, azúcares y beber alcohol. Te vas a sorprender si te olvidas del ‘qué dirán’ y decides tomar bebidas y comidas saludables en la oficina. Basta decir que estás preparando una carrera o que te estás cuidando para el verano, sin utilizar la palabra dieta, cada vez más personas entienden que no sólo los deportistas de élite comen diferente, y eso hace que respeten más tus decisiones e incluso las secunden porque estaban deseando no ser las primeras personas en romper la tradición de no pedir un licor después de comer.
8. Escucha música. Si tu playlist no amansa a la "fiera" de tu jefe o jefa, al menos te servirá para mantener el humor, tatarear tu canción favorita cuando necesites un empujón o incluso para crear un buen ambiente en el trabajo cuando suena la nueva canción. ¡Lo mismo acabáis grabando el nuevo viral que os hace famosos en internet!
Si todos estos temas para mejorar tu salud en tu entorno laboral te preocupan (deberían) o si hemos despertado tu curiosidad, tienes una cita en próximo 17 de abril en el CaixaForum Madrid en el primer "encuentro para el progreso de la salud en la empresa".