Está claro que todavía hay mucha reticencia a tener bicicleta eléctrica entre los usuarios más puristas, y lo cierto es que con la gran mayoría de bicicletas de montaña de pedaleo asistido las sensaciones son muy ‘de moto’: más de 20 kg, inercias extra, un empuje descomunal… Lo curioso es que la enorme mayoría de sus propietarios se mueven un 53% del tiempo en modo Eco y solo un 5% en Turbo o Boost, según la encuesta de una prestigiosa publicación alemana del sector. En Orbea tenían claro que había que explorar el territorio intermedio, algo que ya hicieron en carretera hace un par de años con su interesante Gain y su concepto ‘Enough Energy’, una bicicleta que a juzgar por su aspecto no parece que tenga asistencia.
Cuando nos convocaron a la presentación de su ‘Proyecto X’ en Eugi, Navarra, los pasados 7 al 10 de octubre ya teníamos cierta idea de que iban a ir por ahí los tiros, pero no nos imaginábamos semejante despliegue tecnológico ni tanta innovación en un solo modelo.
PROYECTO X
Ese fue el nombre real de todo lo relacionado con la nueva Rise, un proyecto de más de dos años de concepción del que solo las personas más implicadas directamente tenían información, para el resto de gente de Orbea ha sido totalmente confidencial hasta hace apenas un mes.

El ingeniero jefe del ‘Proyecto X’, Xavier Narbaiza, mountain biker hasta la médula y reticente a las ebikes ‘tipo motoreta’, como ellos mismos llaman a sus propias Wild, empezó a tratar directamente con Shimano a raíz de la creación de su ligero e interesante EP8. Aunque al ‘mundo real’ la información llegó hace bien poco, el EP8 lleva más de dos años de gestación y pruebas y cuando en Orbea supieron de su existencia y fueron conscientes de que era, para ellos y para muchos otros, el mejor motor del mundo por su equilibrio de cualidades, no se les ocurrió nada mejor que empezar a trastear con uno para hacerlo aún mejor.

Los ingenieros de Orbea lo ‘tunearon’ para buscar la máxima eficiencia energética, modificaron su firmware, variaron sus curvas de potencia, ajustaron la electrónica y redujeron su par máximo a 60 Nm consiguiendo así que cada electrón que le llegara al EP8 se transformara en puro empuje sin desperdicio alguno. Como nos decía el propio Xavi, “pasaron de casi ni cogernos el teléfono en Japón los de Shimano a llamarnos interesadísimos para preguntarnos cómo lo habíamos hecho e invitarnos a reunirnos con ellos lo más pronto posible”.
EP8 RS
Había nacido el EP8 RS, siglas de ‘Rider Synergy’, un motor exclusivo, con un consumo energético mínimo, de 2,6 kg (mismo peso que el original) y con una entrega de potencia diferente, poco intrusivo con nuestro pedaleo pero que ayuda a tope de forma contundente cuando se necesita. Orbea ha garantizado durante dos años la exclusividad en el uso de estos motores, a medida de su nueva Rise.
EL AHORRO ES UNA GRAN VIRTUD
Es una de las claves de la Rise, ahorrar para rentabilizar al máximo la energía que aporta su batería, por eso le sobra y basta con su batería integrada de 360 Wh. Fijaos en estos interesantes cálculos con los que nos podemos hacer una idea de lo que se consigue con los ahorros de la Rise, si lo comparamos con un sistema estándar con una batería que aportara 540 Wh.

La mayor eficiencia del motor RS consigue un 10% de ahorro, lo que serían 54 Wh.
Una eléctrica de 23 kg con un ciclista de 75 supone 98 kg de peso total. La potencia que se usa para subir, de unos 350 watios/h, supone una relación potencia - peso de 3,6 W/kg/h.
En una Rise, 18 kg más 75 de ciclista son 93 kg, por tanto con esos 5 kg de diferencia multiplicados por los 3,6 W/kg tenemos 18 W ahorrados por hora, que en una ruta de 4 horas son 18 x 4 = 72 Wh ahorrados.
Además la Rise con su motor Shimano ‘tuneado’ nos hace ahorrar físicamente, en torno a un 10% adicional, por animarnos a llevar cadencias más elevadas que suponen menos carga muscular, lo que supone otros 54 Wh de ahorro.
54 Wh + 72 Wh + 54 Wh = 180 W/h
Súmale esos 180 W/h ahorrados a los 360 W/h de su batería y tenemos que en realidad la batería de la Rise es equivalente a un sistema con una batería de 540 W/h.

En todo caso, para nuestra tranquilidad mental, si tenemos una jornada maratoniana o necesitamos tirar más de modos de alta asistencia, Orbea ha diseñado un ‘Range Extender’ que aporta otros 252 Wh más. Se ubica en la misma posición que un bidón estándar y de hecho su sujeción es un portabidón especial en el que puedes poner un bidón convencional.
Además de sus tres modos de asistencia la Orbea Rise cuenta con dos perfiles, uno más próximo al comportamiento de una ebike convencional, el 2, y el otro, 'puramente Rise'. Se cambian con facilidad con la aplicación eTube Ride, de Shimano, desde el smartphone.

¡MÁS CIFRAS!
Amantes de los datos y las estadísticas, aquí están los números que estabais deseando conocer:
Con la batería integrada de 360 Wh:
En ECO tendremos para 4h 30’ de movimiento con hasta unos 2500 m de desnivel positivo.
En TRAIL 3 horas con 1700 de desnivel.
En BOOST disfrutaremos de 2 horas y 1200 metros de subida.

Al añadir el Range Extender de 252 Wh podremos hacer, en ECO, hasta 8 horas de movimiento con 4000 m de desnivel, ¡no está nada mal!
A destacar además que la batería integrada de la Rise está hecha a partir de las mejores celdas disponibles en el mercado, las mismas que usa Tesla, las 21700, que en 500 ciclos completos de carga y descarga (se suman ciclos parciales, o sea que son muchas cargas) apenas pierden un 20% de su capacidad. Tanto las baterías Bosch como las Shimano llevan celdas 18500, que experimentan pérdidas de carga mayores con el tiempo, en torno a un 40%.

En el Range Extender se han usado celdas 18500 al considerar que no se va a someter a tantos ciclos de carga y descarga, para no encarecerlo en exceso. Por cierto, la batería adicional es un extra que supone 450 € si se compra con la bici y 499 € como producto aftermarket, y supone un peso adicional de 1,4 kg.
SOLO PARA TU RISE
Hay más componentes exclusivos aparte de su motor en esta Orbea, como su plato e-thirteen de 32 dientes, un desarrollo más acorde y lógico al enfoque de la bici, con bielas de carbono, o sus cubiertas Maxxis Rekon 2.40” FB 60 TPI con la carcasa reforzada Dual Exo+, tubeless ready.
Además han creado una app de Garmin específica con la que verás una pantalla extra en tu GPS que te da la autonomía estimada, la carga exacta de la batería con detalle de 1% (se acabó no saber si tienes un 41% o un 59% con el sistema de ‘rayitas’), la cadencia de pedaleo, el empuje que está realizando el motor y el modo en que se encuentra.

Shimano también ha creado un display ultraminimalista para Orbea, prácticamente un engrosamiento del cable que va al mando de cambio de modo de asistencia, en el que se integran dos LED, uno que cambia de rojo a verde con la carga de la batería (menos del 20%) y otro que cambia de azul, a verde o rojo con cada uno de los tres modos, más simple y ligero imposible.


El cuadro también merece mención aparte con sus apenas 2,3 kg. Es el más ligero en una ebike de 140 mm de recorrido, con carbono OMR y garantía de por vida.

El botón de encendido se encuentra en la parte baja del tubo de sillín, con lo que ahorran en cableado nada menos que 70 gramos.
EN MARCHA
Podríamos seguir describiendo sus componentes y su tecnología porque hay muchísimo que contar, pero no queremos ser más pesados así que vamos con nuestras sensaciones de marcha.

El tope de gama, la Rise M-LTD, deja la báscula en apenas 16,2 kg, ¡espectacular! Sobre todo nos sorprende ese peso porque se consigue con componentes robustos, cubiertas de verdad con carcasa reforzada y piezas más o menos estándar. La M-LTD es una exclusiva bicicleta de 9.999 € pensada para todos los terrenos, con un enfoque Trail polivalente y 140 mm de recorrido.
Nosotros pudimos probar la M-Team, en la que el peso sube a los 17,5 kg, con un toque enduro potente que nos encantó. Delante monta una Fox 36 Float Factory Grip2 con Kashima, de 150 mm de recorrido, y detrás un Fox DPX2 Factory Kashima que absorbe absolutamente todo lo que se le pone por delante con sus 140 mm y una linealidad controlada, con un 26% de progresividad. Hablamos de 9.299 € y las sensaciones que tuvimos sobre ella nos dejaron el mejor sabor de boca posible.
Ya que hemos entrado al trapo con los precios, la gama se completa por abajo con la Rise M-10 (7.999 €) y la M-20 (6.299 €). No hay Rise de gama más baja y todas comparten el mismo cuadro tope de gama y el motor exclusivo EP8 RS.
NATURAL COMO LA BICI MISMA
La interacción del motor sobre nuestra pedalada es tan natural que apenas se nota hasta que empezamos a pedalear con mucha fuerza y vemos que el empuje es más contundente. Si tú pedaleas él te ayuda, con la diferencia sobre una eléctrica convencional de no abrumarte, notas que el control lo sigues teniendo tú y que hasta que no recurres al modo Trail o al Boost no tienes sensación de ‘no hacer nada’. A medida que subes tu cadencia notas que el motor no te abandona, sigue ahí, algo que no pasa con todas las ebikes. En este motor puedes pasar de las 80 rpm, que no se te va a morir en las piernas, de hecho su rango ideal de funcionamiento está entre las 75 y las 90 rpm.
Otra sensación curiosa es la de apagar el motor en plena subida porque, salvo que la pendiente sea muy acusada, verás que podrás seguir pedaleando cuesta arriba sin tener que hacer un esfuerzo especialmente intenso, mérito del bajísimo roce del motor (si quitas la cadena y giras las bielas, como comprobamos, verás que se quedan dando vueltas un rato) y del peso contenido de la Rise. Intenta eso con cualquier otra e-bike y te dará la sensación de que te han enganchado un ancla.

En zonas de curvas enlazadas no notas en absoluto que lleves una eléctrica, se inclina y puedes cambiar la trazada con la máxima facilidad del mundo. Lo mismo ocurre con los saltos o cuando quieres hacer un bunny-hop, se levanta sin esfuerzo y es que no me puedo olvidar de que pesa prácticamente lo mismo que algunas de las dobles que he tenido a prueba en alguna ocasión, sin asistencia alguna.
Nos queda poder dedicarle más tiempo a la Rise para sacar más conclusiones, apenas tuvimos tres días de rutas con ellas y no nos las pudimos traer a la redacción porque seguían siendo ‘secreto de sumario’. En todo caso las impresiones que de ella nos llevamos fueron muy prometedoras: una gran autonomía con un peso récord, una manejabilidad excepcional y un concepto diferente de asistencia que complace sobre todo a los más pros y los que buscan sensaciones más próximas a las de una bici pulmonar, pero sin que nos falte potencia si nos hace falta en cualquier momento.
El futuro ya está aquí y Orbea ha hecho una fortísima apuesta por este nuevo concepto, la apuesta más cara hasta la fecha, según nos comunicaron. Tras haber podido probar las Rise de primera mano estamos convencidos de que han acertado de pleno, es de esas bicicletas que te dejan la sonrisa en la cara durante mucho rato, que no te puedes creer lo bien que van y de las que si las pruebas…estás perdido. ¡Vas a querer una!