El despertador, al igual que en la etapa anterior, sonaba temprano. A las 5:00 hora en Israel (4:00 en España) comienza el desayuno y aunque la salida sea a las 7:00 y esté a escasos metros del hotel, los cajones se abren con mucha anticipación para evitar aglomeraciones.
El gran esfuerzo realizado en la etapa reina celebrada el día anterior, pasaba factura a nuestra pareja que se ponía en marcha para afrontar la primera parte del recorrido de hoy. Veinte kilómetros llanos que les alejaban de la costa de Acre para rodar por las montañas del interior del norte de Israel. Veinte kilómetros donde a los nuestros les ha costado mantener el ritmo de carrera debido al cansancio acumulado y a problemas estomacales.
Después de la primera gran subida de la jornada y del primer avituallamiento, sobre el kilómetro treinta y cinco comenzaba un exigente y bonito descenso por un single track, terreno muy parecido a lo que la pareja de BIKE está acostumbrada, consiguiendo recortar varios minutos.
Una nueva subida, la segunda de las tres a las que se enfrentarían, volvía a poner a prueba la destreza y fuerza de los corredores debido a que discurría por senderos y veredas de gran nivel técnico. Al terminar la bajada se encontraba el segundo avituallamiento para recargar agua y reponer fuerzas antes de afrontar la última gran subida. La organización había anunciado tres avituallamientos para esta etapa pero se ha visto obligada a poner dos puntos intermedios de agua debido a las altas temperaturas.
La tercera subida y sin duda la más dura debido al desgaste acumulado durante la etapa y a que coincidía con las horas centrales donde el calor era más intenso, empezaba en el kilómetro 60 y duraba hasta el 71 donde comenzaba la última bajada técnica.
Natalia Montalvo comentaba: “a pesar de haber tenido un par de caídas duras, hoy hemos disfrutado mucho del recorrido. Los problemas de estómago nos han dado una tregua después de penar 35 kilómetros y en cuanto a las heridas, espero poder recuperar la muñeca para mañana recoger la ansiada medalla de finisher”
Por otro lado, Sergio Lorenzo nos decía: “hemos ido de menos a más, los primeros kilómetros nos ha costado encontrar nuestro ritmo pero después hemos sabido reponernos y recortar distancias con nuestros competidores. La etapa como ya nos podíamos imaginar, ha sido dura sobretodo en la última subida, ahora tenemos que recuperar que todavía nos queda un último día de carrera”.
La séptima edición de la Epic Israel llega a su fin, pero antes tendrán que superar la última etapa del sábado de 71 kilómetros y 800 metros de desnivel.
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