Las marcas de culto en el Mountain Bike han tardado en llegar al mundo de las bicis eléctricas algo más que los primeros fabricantes mundiales. Aunque poco a poco algunas marcas como Pivot, Intense o Santa Cruz han ido mostrando sus cartas… y ahora llega Yeti, una de las más esperadas con su 160E.

Pero este aterrizaje en el mundo de las bicis de pedaleo asistido se ha retrasado por un motivo de peso, y ha sido porque la marca de Colorado ha andado un camino más largo y escarpado para llegar al producto final, donde en lugar de adaptar sus sistemas y tecnologías existentes al motor, lo que han hecho ha sido desarrollar una nueva plataforma de suspensión específica para el eMTB y a partir de ahí construir el resto de la bici.

Objetivo principal: destacar en las carreras
Aunque la 160E es completamente nueva, no es precisamente un secreto, ya que la patente del nuevo sistema de suspensión hace algunos meses que se había puesto en relieve por internet, además de haberse llegado a ver en varias ocasiones en los circuitos de Enduro en manos de corredores del equipo Yeti/Fox Factory como Jared Graves, quien por cierto se ha estrenado en el mundo de las carreras con bici eléctrica en la primera gran cita del año celebrada en Crans Montana (Suiza) o su compañero Jubal Davis.

Y no es una coincidencia esto último, ya que Yeti ha desarrollado la 160E como máquina de carreras de Enduro, siendo su desempeño en estas condiciones uno de sus objetivos principales.

Hoy ha llegado el momento de conocer sus secretos y ver por fin su aspecto final, que tal y como se deduce en las imágenes, no ha dejado indiferente a nadie.

La 160E trata de replicar el buen funcionamiento del sistema de suspensión Switch Infinity, pero este único y peculiar sistema tiene una limitación, y es que la ubicación de su deslizador sobre el pedalier hace que sea incompatible con su uso en una bici con motor. Pero a un gran problema una gran solución, y eso es lo que han pensado en la marca de Golden, así que ni cortos ni perezosos han llegado a un diseño de 6 puntos de giro al que se ha bautizado con mucho acierto como Sixfinity.
Sixfinity: 6 puntos de giro
Este sistema, cuyo desarrollo dio comienzo nada menos que en el año 2016, se basa en una bieleta inferior llamada Switch Link sobre la que se articula el basculante –y éste a su vez está articulado sobre una puntera Horst Link por delante del eje trasero-, y a su vez unida a la bieleta superior mediante unos tirantes flotantes. Cuando la suspensión se comprime, el Switch Link rota hacia arriba en primer lugar, colocando el sistema en una zona óptima para el pedaleo donde se estabiliza y muestra una buena plataforma y también sensibilidad. Cuando llegan los impactos y el amortiguador se sigue comprimiendo, se llega al punto de inflexión –ubicado por encima del punto de sag, en el 65% del recorrido-, en el que el Switch Link empieza a rotar hacia abajo y la cinemática comienza a volverse más progresiva.


El Anti-Rise, o más conocido como Brake-Squat, también se ha optimizado sobre el 65% de sag, coincidiendo con el punto de inflexión, para adaptarse al mayor peso e inercias de una eMTB con unos valores muy constantes (variación del 8% en todo el recorrido); gracias a todo ello se logra que la geometría de la bici no sufra cambios muy drásticos cuando empleamos los frenos a fondo (hundimiento de la horquilla y extensión del amortiguador, como suele ser lo habitual), con lo que la estabilidad y agilidad son siempre muy buenas y predecibles.

Otra característica de su cuadro es que permite ajustar la cinemática en tres posiciones, una primera más lineal y otra más progresiva, además de una intermedia con el equilibrio perfecto entre las anteriores (la que viene de serie), para lo que tan solo hay que modificar la posición del anclaje inferior del amortiguador.

Se trata de un sistema que se ajusta a la perfección a las necesidades de las bicis eléctricas de Enduro, algo que no es de extrañar ya que han diseñado esta 160E con la competición en mente.

Esta mentalidad de competición es lo que les ha llevado a apostar por una plataforma con un recorrido de 160 mm atrás combinados con una horquilla de 170 mm y con ruedas de 29”, según ellos, las más rápidas sobre el terreno. Es compatible con ruedas Mullet (27,5" atrás, 29 delante), aunque en un principio no se ha diseñado específicamente para esta combinación.

Pese a esta mayor complejidad que otros sistemas, se ha logrado una longitud de vaina bastante reducida, de solo 446 mm.

Sobre su geometría, cumple de forma sobrada con las expectativas que levanta una bici de competición como ésta, con un ángulo de dirección de 64,5º, un Reach de 460 mm en talla M o una longitud entre ejes de 1.240 mm, además de un tubo de sillín con 78º para poder pedalear con el peso muy centrado sobre el pedalier. Sobre éste además, se ha logrado que el tubo de sillín sea completamente recto e ininterrumpido por los ejes de la suspensión, para poder utilizar tijas telescópicas de largo recorrido sin problema.

Shimano como apuesta de motor y batería
En cuanto a su motorización, se ha apostado de lleno al EP8 de Shimano, con la propia batería de Shimano de 630 Wh de capacidad y de autonomía, de extracción inferior en este caso.

Aunque de serie monta neumáticos Maxxis de 2,5” delante (Assegai) y de 2,4” atrás (Minion DHR), tiene espacio suficiente para montar gomas de hasta 2,6” de balón.

En los frenos se ha buscado un gran tacto y potencia, recurriendo a montar además de unos SRAM Code, un disco delantero de 220 mm totalmente de serie.

Yeti también ha aprovechado la ocasión para diseñar su propio manillar Yeti Carbon de 800 mm, fabricado en termoplástico y en el que destaca el cableado integrado, para poder dar a la bici una estética más limpia y sencilla.

De las cuatro tallas en que se fabrica, desde la M a la XL se podrá llevar sin problema un bidón de agua de tamaño estándar, mientras que en la talla pequeña S se podrá llevar uno específico de Yeti de tamaño reducido.

La Yeti 160E se pone a la venta en dos montajes y ambos con cuadros de fibra de carbono Turq.

El T1, el modelo superior, monta suspensiones Factory tope de gama de Fox (38 y X2), transmisión Shimano XT y ruedas DT Swiss EX1700., además de una tija telescópica RockShox Reverb AXS.
Su precio es de 12.365 €.

El C1 se basa en unas suspensiones Performance de Fox (38 y Float X), transmisión Shimano SLX y ruedas E1900 de DT Swiss.
Su precio es de 10.295 €.
Según ha decalrado Yeti, los pesos oscilan entre 21 y 22 kg según el montaje. En ambos montajes podremos optar por decoración en color turquesa o en verde oliva mate, mientras que la decoración turquesa-amarilla será la que veamos de forma exclusiva en los corredores del equipo y por ahora no se pone a la venta.

Más información en yeticycles.com y en su distribuidora para el mercado español bikecomp.com