El ciclismo como competición es un deporte en el que cada día son más relevantes las ganancias marginales, es decir, pulir todos y cada uno de los detalles que pueden convertirse en uno o varios segundos de rebaja en el crono, lo que se puede traducir en la victoria o volver a casa sin medalla en el cuello. O dicho de otra manera: cuando nuestro material ya es prácticamente perfecto y casi no hay margen de mejora en él, ¿cómo sacarle aún más partido?
En esta busca de la perfección relacionada con la bici y sus componentes, ya hemos visto cómo algunos corredores como la Campeona del Mundo Pauline Ferrand o el multicampeón Nino Schurter y los respectivos equipos de ambos, además de varios pilotos y equipos de descenso, llevan instalados en sus bicis unos pequeños Chips o pegatinas aparentemente de goma, al menos en su exterior. Se trata de los chips de Axxios, una pequeña marca suiza que se ha encargado de profundizar y especializarse en el poco conocido mundo de los campos vibratorios, basándose en el principio de que cualquier cuerpo en movimiento y sometido a tensión emite unas cargas, vibraciones y turbulencias que afectan a su comportamiento.

La función de Axxios es filtrar las vibraciones que experimentan los cuerpos en movimiento.
Todas estas vibraciones y corrientes se pueden modificar, tal y como propone Axxios, mediante un material que ellos llaman “portador”, que básicamente consta en su composición de un polvo cerámico en el que la marca ha establecido una “programación de frecuencias electromagnéticas”, lo que influye en las propiedades físicas del objeto en movimiento (nuestra bici) como por ejemplo, su resistencia al avance. Estas propiedades, traducido a un lenguaje que podemos entender mejor, se trataría tal y como anuncia Axxios, de las capacidades dinámicas como la estabilidad y seguridad sobre la bici, la eficiencia, el trabajo de las suspensiones e incluso la resistencia de rodadura cuando equipamos las opciones destinadas a las ruedas (un 6% de mejora según los datos de la marca). La mejora en cada una de estas capacidades se acabaría plasmando en una mejora del rendimiento y un pequeño ahorro de vatios de nuestra pedalada. Cómo se lleva a cabo este intercambio de cargas es el secreto mejor guardado de la marca, que como si del ingrediente estrella de la Coca-Cola se tratara, no han desvelado. Snipptec es el fabricante de origen alemán (Lippstadt) que hay detrás de este producto y cuya propuesta tecnológica va más allá de las bicis, de hecho, parte de su línea de productos están creados para las competiciones de automoción de toda índole, utilizados también aviones de carreras acrobáticas tipo RedBull Air Race e incluso en camiones comerciales en los que el fabricante declara que se llegan a mejorar aspectos como el comportamiento de los sistemas hidráulicos y térmicos, llegando a reducir el consumo de combustible y por tanto las emisiones de Co2.
Estos chips se ponen a la venta en distintos packs en función del tipo de beneficios que estemos buscando potenciar, ya sea la comodidad con el kit AXX’Comfort (3 chips, 110 €), la estabilidad y propiedades dinámicas con el AXX’Frame (5 o 7 chips, 160 y 200 € respectivamente), la seguridad y eficacia con el kit AXX’Premium (11 chips, 330 €) y la opción más completa AXX’Racing 6, encaminada a mejorar la precisión en el pilotaje, el rendimiento y la seguridad (17 chips, 480 €). Cada chip tiene un peso de 1,5 g, de manera que con el kit más completo estamos añadiendo algo más de 25 g a la bici, una cifra insignificante.

El interior esconde un polvo cerámico en el que la marca ha programado una serie de frecuencias electromagnéticas.
Vemos que hay chips de diferentes colores, debido a que sus propiedades internas, así como la flexibilidad del material varían de unos a otros. Así, el lila sería el más flexible seguido del amarillo, mientras que rojo y verde son los más rígidos en este orden, y cada color va destinado a un tipo de componente (una guía nos indica dónde va colocado cada color). La instalación no podía ser más sencilla, basta pegarlos como si fueran unas pegatinas normales y corrientes y presionar durante unos 10 segundos, cuya parte trasera es la típica banda 3M (la misma que se usa por ejemplo, en los soportes adhesivos de GoPro) que tiene una fuerza de pegado muy elevada. Previamente hay que limpiar con alcohol o algún desengrasante.

El adhesivo hace muy bien su trabajo, pero es conveniente protegerlos con cinta aislante.
La dirección en la que lo coloquemos (vertical u horizontal) no es relevante para los efectos del chip, y lo único que tenemos que tener en cuenta para su instalación es colocarlos en el 1/3 de la longitud total del componente más cercano al origen de las vibraciones (excepto en las ruedas y el pedalier). Axxios recomienda instalarlos en un lugar atemperado de unos 20º de temperatura y también recomienda usar una cinta de aluminio para recubrirlos cuando van instalados en un cuadro o componente de carbono, ya que el aluminio incrementa los efectos del chip al ser conductor de la energía. Lo que también es recomendable es protegerlos, especialmente en las partes más expuestas como las ruedas, con cinta aislante, para protegerlos del barro/agua y demás suciedad. Para limpiarlos debemos hacerlo como el resto de la bici, con agua y jabón y con un paño o cepillo muy suave en caso de que haya suciedad más persistente. Nunca debemos usar agua a presión.

Los diferentes colores indican mayor flexibilidad o rigidez, en función de dónde los vayamos a instalar.
Por último, son reutilizables, podemos despegarlos con mucho cuidado (calentándolos primero, con una pistola de calor o secador de pelo) e instalarlos en otra bici en caso de que cambiemos de compañera de rutas.
FICHA TÉCNICA
Características: Chips para la reducción de flujos vibratorios mediante material cerámico pre-programado con frecuencias electromagnéticas. Opciones: Kits con 3, 5, 7, 11 y 17 chips. Peso: 1,5 g cada chip. Precio: desde 110 a 480 €.
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