Prueba Orbea Occam Carbon S10

El trabajo que Orbea ha venido haciendo durante los últimos años con el desarrollo de su línea propia de cuadros de carbono y con el análisis meticuloso de los sistemas de suspensión, queda reflejado en esta Occam.

Redacción mountainbike.es

Prueba Orbea Occam Carbon S10
Prueba Orbea Occam Carbon S10

Posee un cuadro que sorprende mucho por sus formas afiladas y con unas dimensiones aparentemente contenidas, con un sloping muy bajo, aunque en realidad tiende a ser un cuadro de medidas largas, basta contemplar sus 610 mm de tubo superior (la más larga de las bicis de este test). Por este motivo, al igual que ocurre con la Lapierre, hay que poner cuidado al elegir la talla, porque puede quedarnos lejos el manillar y la espalda muy estirada, motivo por el que nos gustaría haber encontrado una tija de sillín sin retraso.

Su sistema de suspensión, diseñado bajo el programa Advanced Dynamics de Orbea, destaca por ser un sistema muy activo que absorbe muy bien todo tipo de irregularidades, ideal para encontrar comodidad. Esta característica a su vez nos obliga a recurrir constantemente a las posiciones Trail y Climb de su amortiguador Fox CTD, para reducir la contaminación que produce el pedaleo, aunque por otro lado es una de las bicis que mejor dibuja el terreno a la hora de enfrentarnos a los descensos abruptos. Ponemos la posición Descend desde el voluminoso mando remoto CTD y el aprovechamiento de los 105 mm de recorrido es máximo, con un tacto lineal pero controlado en su último tramo. Además, nos sentimos muy seguros en los descensos porque la Occam es muy rígida, más en el tren posterior que en el delantero, debido a los robustos tirantes de aluminio (las vainas sí son de carbono). El pedalier, que no es integrado, es el único aspecto tecnológico que queda algo retrasado respecto a otras bicis de su nivel.

Orbea ha empleado su carbono Silver para esta Occam, algo más pesado que otros carbonos de mayor módulo debido al mayor porcentaje de resinas, por lo que la Occam no es especialmente ligera, pero por el mismo motivo se trata de una bici resistente y que transmite mucha solidez. Las ruedas SRAM Rise 60 también alcanzan una relación peso-rigidez muy alta para tratarse de un aro de carbono, aunque elevan considerablemente el precio final. Nos gusta encontar componentes de la marca Race Face, una marca poco frecuente y que da más valor aún a la bici, aunque nos hubiera gustado encontrar un manillar de carbono, más acorde con el resto de la bici y con su precio. Orbea confía en el XTR de Shimano al completo, destacando la potencia del freno delantero donde Orbea no han caído en la tentación de montar un disco pequeño para aligerar.

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