El mecanismo de las calas de los pedales automáticos es un invento genial que debemos originalmente a Shimano con su sistema SPD y que genera una conexión fiable con los pedales y a la vez una confianza en la liberación. Se trata de un sistema que necesita un adecuado equilibrio: no debe ser demasiado difícil extraer el pie, pero tampoco demasiado fácil. En ambas situaciones se genera una falta de confianza que nos impide montar con tranquilidad.
Cuando estrenamos pedales o también cuando estrenamos calas o zapatillas, hay que hacer un ajuste adecuado. Una vez nos aseguramos de que las calas están bien colocadas (aquí tienes un tutorial para hacerlo) el siguiente paso que hay que hacer es revisar la tensión del anclaje en los pedales. Y eso nos lleva a las tres posibles causas que pueden hacer que los pedales se nos salgan con demasiada facilidad.
CAUSA 1: Tensión de los anclajes en los pedales
Si los pedales se salen muy fácil la causa más probable y la solución más fácil es reajustar el resorte de los pedales. Todos ellos tienen un tornillo con el que podemos ajustar esta fuerza de anclaje. Mejor hacerlo poco a poco y probar, y hay que acordarse de hacerlo en ambas caras del pedal. Así podremos llegar fácilmente al tacto que más nos gusta, con el que nos sintamos más seguros, y esto es algo bastante personal, hay a quien le gusta ir muy “atado" y otros que prefieren un tacto más libre. Los diferentes pedales también proporcionan tactos diferentes.
CAUSA 2: Las calas se están desgastando
Las calas son unas sólidas estructuras de acero que tienen bastante durabilidad, pero hay que pensar que están en un lugar en el que “sufren mucho". Pequeñas piedras, arena, agua, barro, van haciendo mella en la pieza y la van desgastando, y cuando se van desgastando, cada vez se liberan del pedal con más facilidad. Esto se puede ir compensando con el ajuste de tensión en los pedales, pero llega un momento en que ya toca cambiarlas, poner unas nuevas y volver a reajustar la tensión en los pedales.
CAUSA 3: Las zapatillas
La firme fijación de los pedales al pedal no depende exclusivamente de los pedales y las calas, también de las zapatillas. Es normal que la vida de las zapatillas dé para dos o tres cambios de calas, si no más, pero la suela se va desgastando también. Cuando la goma de los tacos no apoya en los pedales, comenzarás a notar flotabilidad en el pie, excesiva libertad para que el pie rote libremente. Esta flotabilidad nos indica que toda la responsabilidad de estabilidad y fijación recae sobre el pedal y la cala que, sin “la ayuda" de la zapatilla, pueden liberar el pie involuntariamente. Revisa el desgaste de la suela, puede que sea hora de renovar zapatillas.