El dolor más clásico del ciclista

Suele aparecer cuando llevas mucho sin montar en bici o durante largas salidas. ¡Sí, hablamos del dolor en el culo!

Juan Manuel Montero

El dolor más clásico del ciclista
El dolor más clásico del ciclista

Por lo general una zona clásica de la que se quejan los principiantes es el culo. Es normal, la mayor parte de nuestro peso gravita sobre él en la bici, salvo cuando vamos en pie en los pedales. El problema suele estar en que la pelvis no se apoya realmente sobre el asiento (las llamadas tuberosidades isquióticas, que son los huesos que tienes en el centro de los músculos glúteos). En su lugar la presión es soportada por el periné, la región comprendida entre el ano y los órganos sexuales, que no está preparada para ello. En muchos casos se llega a interrumpir la transmisión nerviosa, por la presión de tu propio peso sobre el nervio pudendo que pasa por la zona, y dejas de notar “las joyas de la familia”, que se te duermen. Si tienes pensado caerte y darte un buen golpe ahí mismo aprovecha ahora, no te va a doler nada…

LAS CLAVES
- Pon un sillín algo más ancho,
que permita a tus caderas apoyarse sobre los laterales en vez de en el periné, pero no te pases porque acabaría por molestarte con el roce en el interior de las piernas y también te impediría echarte atrás en las bajadas más empinadas.
- Usa un culotte con una buena badana,
su acolchado amortigua tu peso y lo distribuye sobre una superficie más ancha disminuyendo los puntos localizados de presión.
- Prueba un sillín con ranura en la zona central de apoyo del periné.
La presión se desplazará a las zonas laterales.