“Estos repechos son más complicados de enfocar, dado que el rendimiento depende de la explosividad de cada uno y de la tolerancia al lactato en poco tiempo.
Suelen ser a los que llegas a plato grande y con inercia, piñones muy altos (apurando las marchas) por lo que los suelo afrontar levantado del sillín desde el primer momento y con el peso muy adelantado para así usar nuestro propio peso como “motor” añadido a la forma física que tengamos.
A tener en cuenta que el subir levantado, hace trabajar más grupos musculares por lo que el consumo energético se incrementa. Así que desde el inicio, bebida “rápida” o gel para tener más “punch” pero corto”.
¿CÓMO ENTRENARLO?
Son esas cuestas que casi asustan cuando las miras, por su verticalidad, y acabar con ellas sin que ellas acaben contigo es más bien una cuestión de fuerza bruta. Pueden estar intercaladas dentro de las subidas mantenidas o existir de forma aislada en mitad de tu ruta. En ocasiones hacen de filtro y si yendo en grupo, parte del mismo logra escaparse por una arrancada fuerte, luego puede que no les pilles. Es importante que nada más remontar una cuesta de este tipo bajes desarrollo y eleves la cadencia para recuperarte del sobreesfuerzo.
>Para superar estas cuestas yendo en ruta vas a tener que bajar la cadencia y tirar mucho de brazos, tu desarrollo probablemente no te permita ir más allá de las 70 rpm. Aprovecha al máximo el peso de tu cuerpo balanceando la bici de lado a lado. El error clásico suele ser dejar de pedalear justo arriba del todo, lo que te deja muy clavado por la falta de inercia. No suavices la intensidad hasta haber sobrepasado claramente la parte más alta.
Súpercuestas Llamamos así a este entrenamiento para diferenciarlo del resto. Localiza una cuesta corta y muy empinada a la que llegues desde una zona llana. Rueda para calentar y dirígete a la base de la cuesta a una velocidad media. A unos 30 metros del comienzo de la subida agarra el manillar por las manetas (si vas con bici de carretera), ponte en pie sobre los pedales y empieza a esprintar, manteniendo la intensidad una vez llegues a la subida unos 20 segundos. La recuperación tiene que ser muy alta, entre 4 y 6 minutos, o hasta que tus pulsaciones bajen al menos en 40 latidos por minuto sobre las que alcanzaste al acabar el sprint.
Si eres principiante tendrás suficiente con 4 súpercuestas. Un aficionado medio puede hacer dos series de 3 súpercuestas con 10 minutos de rodaje suave entre las series y un ciclista avanzado puede llegar a 2 series de 5 súpercuestas con 4 minutos de recuperación entre ellas y 8 minutos entre series.
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