El mundo del ciclismo ha vivido una pequeña revolución con el Covid-19. La pandemia ha activado las ventas de bicis, y además de debido a los problemas de producción, la mayor oferta por parte de los usuarios ha agotado los stocks en tiendas. Lo que ahora se debate es si esto es un efecto puntual de la situación o el disparadero hacia una mayor proliferación de las bicis en nuestras vidas.
Con esta duda leemos esperanzados las previsiones que han pronosticado entidades como Cycling Industries Europe, CONEBI o la Federación Europea de Ciclistas, con un aumento exponencial de las ventas de bicis en los próximos años, especialmente eléctricas, tal como informa Forbes. Estas tres organizaciones, radicadas en Bruselas, han hecho públicas estas previsiones en las que se prevé un constante aumento de las ventas hasta 2030, especialmente impulsado por las bicis eléctricas. Se espera que en Europa compremos 10 millones más de bicis al año en 2030, lo que significa un 47% más que ahora, y hasta un total de 30 millones de bicis, lo que es más del doble de los turismos que se matriculan por cada año hoy en Europa.

Este impulso tendrá, según estas previsiones, el principal empuje en las bicis eléctricas, que se espera que crezcan de los 3,7 millones vendidas en 2019 a 17 millones en 2030. Esta previsión ya se ha visto refrendada en los datos de 2020, con un aumento del 23% interanual. Si bien hay que tener en cuenta la coyuntura especial de este año se estima que esta tendencia nos llevará a 10 millones de ventas en 2024.
“El ciclismo es una de las industrias más dinámicas de Europa en este momento”, declara a Forbes Kevin Mayne, CEO de Cycling Industries Europe, y agrega que “con estos nuevos números, podemos mostrarle a la UE, a los gobiernos nacionales y al sector mundial del ciclismo que el mercado del ciclismo europeo es el lugar para invertir, para lograr el Acuerdo Verde de la UE, la recuperación de COVID y nuevos empleos verdes". Por su parte, el director general de CONEBI, Manuel Marsilio, advierte de que "el crecimiento solo será posible con el entorno regulatorio adecuado y una estrategia industrial clara en toda la UE y más allá".
En este aumento se ha visto una relación directa con las infraestructuras creadas. Aunque de una forma desigual, los países de la UE han gastado mil millones de euros en ciclovías y otras infraestructuras, con un total de más de 2300 km de nuevas ciclovías. Sin embargo, muchas de estas son medidas temporales y las organizaciones de la industria piden que sean permanentes.