Seguro que hoy hay mucha gente feliz de haber visto a Jolanda Neff hacerse con el oro en Tokio. La corredora del Trek Factory cuenta con una legión de fans que la apreciamos por su manera de afrontar el deporte. Igual que para cualquiera de los “bikers de a pie”, Jolanda siempre transmite que está apasionada por el MTB, más allá de que sea su profesión.
Además, es la corredora más técnica del circuito, y eso también nos gusta, es un placer verla moverse por los tramos más difíciles y técnicos de los circuitos. Jolanda siempre ha cuidado mucho la preparación en este aspecto, incluyendo numerosas sesiones de asesoramiento con Óscar Sáiz. El español acudió precisamente a Tokio como auxiliar para este aspecto, con la selección suiza.
Esta decisión a buen seguro ha tenido hoy el mayor premio que podría imaginar la corredora suiza. Tras las lluvias previas, el circuito de Tokio ya no era el que todos conocían en los entrenamientos, y la planificación y preparación previa dejó paso a la improvisación, y ahí Jolanda Neff se mueve como pez en el agua.
La carrera salió con el guión previsto: Loana Lecompte, la gran favorita, y su compatriota Pauline Ferrand-Prevot, junto con corredoras como Laura Stigger, pretendían marcar el ritmo, y así fue por un tiempo…, hasta que aparecieron los primeros tramos técnicos. Entonces Jolanda Neff apareció y se puso por delante sacando distancia a las rivales acompañada de Pauline Ferrand-Prevot, y de este duelo vimos dos de las imágenes del día: la impresionante “salvada”de Neff en el Sakura Drop donde Mathieu Van der Poel se cayó ayer (que por cierto hoy mantenía la rampa presente en entrenamientos, si bien pocas corredoras de cabeza la utilizaban), y después el error de la francesa de BMC en el rápido acceso de losas que trazó mal y donde perdió toda la ventaja adquirida y fue superada por las perseguidoras.
Esa fue la última vez que ninguna rival vió a Jolanda Neff hasta meta. La suiza, ya con vía libre para ir desarrollando su técnica para ir trazando por el mejor lugar, fue abriendo un hueco suficiente para administrarlo con solvencia incontestable hasta meta.
Desde ese momento todas empezaron a pensar en la plata, y Francia, Suiza y Holanda estaban en esa batalla. Sina Frei, Laura Indergand, Anne Terpstra, Loana Lecompte o Ferrand-Prevot, ellas parecían las candidatas, sin embargo poco a poco la consistencia de las suizas Frei e Indergrand iba dibujando la hazaña de un podio 100% suizo, algo que ningún país había conseguido antes.
Loana Lecompte, con pundonor, intentaba mantener sus opciones, pero no parecía la dominadora de la temporada y además también padeció problemas mecánicos con la cadena. Pauline Ferrand-Prevot parecía descentrada e insegura, y la falta de confianza la relegó hacia atrás tras haber vuelto a remontar hasta la segunda plaza tras el incidente del inicio de carrera. Pronto se vió que el triplete suizo iba a ser una realidad y la única emoción se quedó en saber quién se llevaría la plata y quién el bronce, en una lucha en la que Sina Frei hizo valer su mayor punch escalador en el tramo final.
Fue un final increíble y muy emotivo con las tres corredoras suizas abrazadas y llorando, con la sorpresa de la jovencísima húngara Blanka Kata Vas, de 19 años, remontando hasta la cuarta plaza, y con la llegada de nuestra Rocío del Alba García en posiciones retrasadas, la 26ª, y con una carrera con problemas. Rocío sufrió una mala caída reconociendo el circuito por la mañana y no consiguió encontrar su ritmo, y además también partió el cierre de una de sus zapatillas, que tuvo que cambiar. Así lo contaba en meta:
Jolanda Neff rompía con esta medalla de oro el maleficio que comenzó en la pretemporada del año 2020 cuando sufría una terrible caída de la que estuvo a punto de tener graves secuelas físicas, y de la que poco a poco se fue recuperando. Este año volvimos a verla delante en Copa del Mundo y se fracturó la muñeca. Le perseguía la mala suerte, pero ya se ha esfumado.