En el lanzamiento del Flight Attendant, RockShox ha trabajado con cuatro marcas que lanzarán al mismo tiempo modelos con esta tecnología, Canyon, Specialized, Trek y YT Industries, aunque es previsible que un poco más adelante veamos más marcas incluyendo este sistema.
Las plataformas elegidas a nivel de suspensión delantera son tres: RockShox Pike Ultimate Flight Attendant, Lyrik Ultimate Flight Attendant y ZEB Ultimate Flight Attendant. En la parte trasera, para todas las opciones, un amortiguador RockShox Super DeLuxe Ultimate Flight Attendant. Tanto el sensor en el pedalier como el Master Control en la horquilla es común.
El funcionamiento del Flight Attendant se basa en analizar los datos que recibe a través de la horquilla, donde se sitúa el Master Control, y el sensor colocado en el eje de pedalier, en base a un algoritmo desarrollado por RockShox a lo largo de cientos de miles de kilómetros, y que trabaja en el circuito de compresión de la horquilla con tres posiciones, OPEN, PEDAL y LOCK para que no nos tengamos que preocupar de bloquear o desbloquear.
En la corona de la horquilla, en la parte derecha, va integrada una pequeña cápsula que concentra en su interior toda la parte electrónica, el cerebro del sistema, y que se conecta al resto a través de la señal inalámbrica AXS encriptada de SRAM. La parte más aparatosa del sistema es básicamente el soporte para llevar la batería, exactamente igual a las utilizadas en los cambios AXS o la tija Reverb AXS.
Al ser la horquilla el lugar donde se encuentra el Master Control, siempre se conecta en primer lugar (después de la configuración inicial, ahí es la única vez que tendremos que conectar en primer lugar el sensor situado en el pedalier). Pulsamos el botón en la corona de la horquilla y veremos como el LED verde parpadea para conectar como en un AXS lo que indica que el sistema está emparejado. La app para conectar todos los dispositivos es la misma del SRAM AXS y es sencilla e intuitiva de utilizar, incluyendo además tutoriales para simplificar los ajustes que permite el sistema.
Una vez en marcha, lo ideal es usar la configuración Auto Mode que es la que se encarga de ir ajustando continuamente la suspensión entre los tres modos que trabajan sobre el circuito de compresión de la horquilla y el amortigador (Open, Pedal y Lock). Con la combinación de sensores y el algoritmo Flight Attendant, el sistema analiza el terreno y cómo pedaleamos y toma decisiones sobre la posición de la suspensión cada 5 milisegundos. El Flight Attendant lee el camino y toma unas 80 decisiones en los 300-400 milisegundos que tarda un humano en pestañear.
Con el AUTO MODE enseguida descubres un ruido familiar, el mismo que cuando conectas un cambio trasero AXS y el motor se enciende. Sin hacer nada, el sistema elige entre los tres modos en función del terreno:
OPEN: Abre inmediatamente para obtener todo el recorrido y suavidad de las suspensiones.
PEDAL: Podríamos decir que se asemeja, aunque técnicamente son dos conceptos diferentes, al traction mode que usan las Scott como su plataforma de pedaleo. Las suspensiones se activan, pero limitando el movimiento para una eficacia del pedaleo.
LOCK: Ambas suspensiones se quedan literalmente como una piedra por si quieres optimizar tu pedaleo en una zona de subida de asfalto, por ejemplo.
Usando el AUTO MODE los sensores de horquilla, amortiguador y eje de pedalier interpretan el terreno ajustando entre estas opciones la activación de las suspensiones constantemente, olvidándonos de palancas de bloqueo. Todo se vuelve un poco más sencillo.
Por si esto fuera poco, el Flight Attendant puede ser usado en Modo Manual, pasando a este modo desde los botones de la horquilla o el mando izquierdo AXS del manillar.
Además, cuenta con el OVERRIDE MODE, que sería poder pasar a tu configuración favorita, por ejemplo OPEN todo el tiempo, simplemente desde el mando de la izquierda, manteniéndolo pulsado, y repitiendo la operación de un solo toque volveríamos a AUTO MODE. Un ejemplo clásico sería que subimos por un sendero hasta nuestra bajada favorita, y en ese tramo de bajada no queremos que el Flight Attendant trabaje por su cuenta, sino que las suspensiones trabajarían todo el tiempo en nuestro modo predeterminado, pues con un toque en el mando pasamos de Auto Mode a Override Mode de un solo toque y viceversa.
Además, el sistema permite más ajustes para que podamos personalizar las suspensiones a nuestro gusto, a través de diferentes menús y colores.
Os dejamos algunos datos que consideramos interesantes: El FA supone unos 308 gramos de peso respecto a una bici equivalente sin el sistema, y la duración de las baterías es de unas 20-30 horas en función del uso, excepto la triple AAA del pedalier que llega a las 200 horas.
Muchos de vosotros os estaréis preguntando… ¿Hace falta algo como el Flight Attendant existiendo otros sistemas similares en el mercado con una aceptación más bien escasa? Nosotros pensamos que detrás de este producto hay algo más que todavía no conocemos y forma parte de un nuevo universo de posibilidades que RockShox va a ir experimentando en los próximos meses o años.
Y a la pregunta más que evidente de por qué no una versión para XC, al tratarse de un producto que bloquea las suspensiones y que podría tener mucho sentido en esta especialidad, desde RockShox nos aseguraron que el Flight Attendant no se ha desarrollado como un producto para XC.
Nosotros hemos podido utilizar el Flight Attendant en una Canyon Neuron CF SLX LTD de 130 mm de recorrido del amortiguador RockShox Super Deluxe Ultimate Flight Attendant y 140 mm en la horquilla RockShox Pike Ultimate Flight Attendant. Esta bici sale hoy al mercado por un precio de 7.999 €.
BIKE NEWS: RockShox Flight Attendant. Una suspensión que lo hace todo
Más info en www.sram.com.
