Los frenos de disco hidráulicos están diseñados para mantener siempre el mismo tacto (recorrido de la maneta) auto compensando el desgaste de las pastillas. A medida que se van desgastando, se introduce más líquido al sistema desde el vaso de expansión de la maneta, y los pistones salen un poco, lo necesario para realizar la compensación.
Cuando las zapatas ya están fuera de uso, y pones unas nuevas, éstas son sensiblemente más anchas, y al colocarlas, con la posición a la que han quedado los pistones con las zapatas usadas, apenas te queda hueco entre las zapatas, con lo que te cuesta mucho montar la rueda de nuevo con el disco, que prácticamente no te cabe.

Cuando te pase esto, hay que ser cuidadoso, no intentra meter la rueda a toda costa porque con los propios discos podemos arruinar las zapatas. Lo que hay que hacer es retroceder ligeramente los pistones con un espaciador, todos los pistones por igual (tu freno puede tener 2 ó 4) para dejar hueco a las nuevas pastillas, más gruesas. Si no tienes un espaciador, que es lo más adecuado para no alterar las zapatas, puedes probar con algo metálico lo más ancho que tengas, , y siempre hazlo antes de montar las zapatas de nuevo.