Con sólo 16 años, Tom Ritchey, además de montar y competir, ya había construido su primer cuadro de bicicleta. Estamos hablando del año 1972, es decir, hace ya 50 años.
En esos años se estaba “inventando” el mountain bike, y cuando las viejas bicis clunker ya se quedaron cortas, pioneros como Joe Breeze, Gary Fisher o Charles Kelly empezaron a diseñas sus primeras mountain Bikes. Y para eso contaron con el saber hace del joven Tom Ritchey, que construyó su primer cuadro MTB en 1978, y se involucró con Kelly y Fisher en la venta de las primeras mountain Bikes.
A partir de ahí el ingenio de Tom se fue extendiendo a múltiples componentes de la bici y nuevos estándares: bujes, ejes de pedalier, aquel mítico manillar Bullmoose con potencia integrada…
En 1981 ya estaba construyendo más de 400 cuadros, en 1982 ya eran 700… llegan las primeras carreras internacionales y Ritchey se involucra a fondo con un equipo de competición por el que pasaron mitos como Thomas Friscknecht, Henrik Djernis, Ruthie Matthes… llegan títulos mundiales y de Copa del Mundo a bordo de las inconfundibles Ritchey de color azul, blanco y rojo… Ritchey se hace un nombre por todo el planeta.
Desde entonces no ha dejado de innovar, y de mantener al mismo tiempo el aroma a clásico de sus míticos cuadros de acero en versiones revisitadas. Después de muchos miles de tubos soldados, la visión de Tom Ritchey se mantiene como era hace 50 años: “La verdadera función de la bicicleta es ser una gran mediadora que nos permite el simple placer que se encuentra en la libertad. Eso es montar en bici. Ya sea con una bicicleta de madera o una ganadora del Tour de Francia, la gente de todo el mundo todavía sonríe cuando se cruzan con otra persona en una bicicleta ¡Es una herramienta de libertad y de sonrisas!”
En honor a este notable aniversario, Ritchey ha presentado logotipos especiales que recuerdan las raíces de la marca y el viaje de Tom para convertirse en un pilar del diseño de bicicletas y componentes.
El logotipo de Ritchey conserva el azul y el dorado del logotipo original e incluye "Palo Alto, California”, donde Tom comenzó a arreglar cuadros hace tantos años, una influencia importante en la profesionalidad, actitud y mentalidad de Tom.