Todos lo pedalieres “crujen”, es un mal común. En el mercado existen diferentes sistemas de rodamientos de pedalier y más tarde o más temprano todos emiten algún tipo de crujido, porque al fin y al cabo están sometidos a unas grandes torsiones, aparte del movimiento giratorio. También están ubicados en el punto más bajo, así que reciben toda la suciedad y el agua, que es lo que realmente les afecta, no sólo la que se desliza por el exterior del tubo diagonal del cuadro, sino también la que es capaz de entrar dentro del mismo al lavar la bici, por ejemplo.
Conviene hacer una limpieza y engrase frecuente, de 2-3 veces al año, a todos los sistemas. En los pedalieres de cazoletas roscadas externas se puede reducir a 1-2. En este sentido, la ventaja de, por ejemplo, el sistema BB30 frente a los roscados es la facilidad para hacer el mantenimiento, ya que como los rodamientos están embutidos en el cuadro directamente, sólo hay que liberar una biela para extraer el eje, limpiarlo y engrasarlo.