Hay veces que haces todo lo que se supone que debes hacer para mejorar la potenca de tus frenos de disco y no funciona. Cambias pastillas, limpias adecuadamente, purgas, y eso sigue sin funcionar. Es probable que sea una avería en los pistones, con una ligera pérdida de líquido de frenos. Esto contaminaría las pastillas y por ese motivo no son capaces de bloquear el disco. A veces puedes detectarlo visualmente, pero en otras ocasiones es más difícil, y solo verás suciedad acumulada alrededor, con aspecto húmedo.
Hay que tener en cuenta que cada vez que frenamos los pistones están sometidos a una fuerza lateral, por la rotación del disco, por lo que los retenes están sometidos a un gran estrés. En función de la marca y modelo podrás encontrar unos de repuesto y hacer tu mismo el cambio. Los pistones salen a presión, bien con aire o líquido. Cambias las juntas y los metes de nuevo con cuidado de que entren rectos, lubricándolos con el propio líquido previamente. Después sólo resta purgar de nuevo el sistema.