Tras el nacimiento de esta bici no hemos parado de hablar de conceptos como eficacia de pedaleo o válvulas de inercia aplicadas a las suspensiones. Se podría decir que es la culpable de inaugurar una época. Un antes y un después para el rendimiento sobre una doble suspensión que a su vez han tenido una profunda repercusión en las carreras internacionales, desde Copas del Mundo u Olimpiadas a carreras por etapas como la Cape Epic. Una bici que pedalea como una ríga en todo momento pero se activa sola cuando llegan los baches, ofreciendo todas las ventajas de una doble suspensión.
Y realmente el nacimiento de esta bici se debe a una frustración. Eran finales de los 90 y el modelo estrella de doble suspensión de la marca californiana era el Stumpjumper FSR XC, una bici repleta de tecnología y que presumía del buen trabajo de su reconocido sistema FSR.
Y de la que pretendían hacer que se convirtiera en una bici de carreras. Specialized por un momento aspiró a que este modelo, un referente de la época pero que fue creado con un enfoque no especialmente volcado con la competición, se convirtiera precisamente en eso, en la bici con la que su equipo podría competir, con algunas adaptaciones. La idea era simple, Mike McAndrews (Director del Dpto. de Tecnología de Suspensiones de la marca) pensaba que una doble suspensión haría más rápidos a sus corredores en los senderos. Y quiso demostrarlo. Viajó hasta Mallorca a un campus con el equipo para hacer pruebas con las Stumpjumper y que vieran el potencial de la suspensión trasera. Pero el resultado fue contradictorio. Es cierto, en tramos bacheados y senderos técnicos las bicis corrían más y eran más seguras. Pero los corredores no tardaron en quejarse de la falta de eficiencia al ponerse de pie en la bici y exprimirla en los esprints y las pendientes más empinadas –desde el punto de vista de un corredor y sus necesidades- y del peso elevado, en un momento en el que precisamente el peso y la rigidez eran las palabras dominantes en el lenguaje de los fabricantes y de la competición. McAndrews volvió a casa preocupado, gestando en el vuelo de vuelta lo que poco después revolucionaría el mercado: la válvula de inercia, una idea que ya habría trabajado décadas atrás en el mundo del Motocross, mano a mano junto a Jim Turner (hermano de Paul Turner, fundador de RockShox).
Un par de años después tras muchos prototipos y pruebas en las que el mismo Ned Overend colaboró como desarrollador, llegó el momento que lo cambió todo: nacía la tecnología Brain y la Specialized Epic veía la luz.
Desde entonces hasta hoy, unos 20 años después de que comenzara a diseñarse, estos son algunos de los momentos más “épicos” de la Epic:
2002. La Epic es presentada al mundo. El Brain y su sistema de umbral de bloqueo automático suenan a arte de magia. Se activaba cuando la inercia proveniente del terreno superaba 1 G de fuerza. Amortiguador y sistema Brain (donde se aloja la válvula de inercia, un peso suspendido de un muelle que destapaba la válvula y permitía el flujo del aceite cuando la inercia le hacía subir hacia arriba) están unidos en forma de “L”.
Utilizaban el sistema de suspensión FSR, con la articulación Horst Link, y todo el sistema amortiguador-Brain estaba instalado bajo el tirante izquierdo, un diseño que años más tarde, Merida Bikes (a quien une un fuerte vínculo "financiero" con Specialized) utilizó en sus Trans Mission, esosí, sin Brain en sus entrañas.
2003. Filip Meiraeghe se viste de arcoíris ganando el Cto. del Mundo en Lugano (Suiza). Es la primera vez que una doble suspensión llega a lo más alto del podium en la historia del Cross Country. La Epic inaugura una nueva etapa.
2008. Se presenta la primera modificación estructural, que entraría en vigor en la gama 2009. El amortiguador se vuelve “remoto” y ya no va unido al Brain, que desde entonces pasaría a llamarse Micro Brain. Por ese motivo se puede abandonar la posición en el tirante por una convencional bajo el tubo superior, la misma que no ha abandonado hasta hoy.
Christoph Sauser gana el Cto. del Mundo en Val di Sole (Italia) y lo hace con la nueva Epic que acaban de presentar. La estrategia de marketing no pudo salir mejor a los de Morgan Hill.
2010. Primera Epic de 29”. Las ruedas grandes están causando un furor total en USA, algo menos en Europa, pero ya se empiezan a tener en cuenta. La marca ya está convencida de que este diámetro de rueda es el futuro en determinados segmentos del Mountain Bike, especialmente en el XC-XCM, e introducen algunos modelos Epic en 29”. Convive en catálogo con las de 26”.
2011. Se estrenan los modelos EVO para darle un plus de diversión. Montan horquilla de 120 mm, tija telescópica, frenos más potentes, manillar de doble altura... Lo que hoy día conocemos como Super-XC, o Dowcountry como lo han llamado algunas marcas americanas, ya se gestaba hace una década.
2012. Campeona olímpica. Jaroslav Kulhavy se cuelga la medalla más codiciada del mundo del deporte profesional. Como no, lo logra subido a una Epic.
2014. Más agresiva. En verano de este año se presenta un cuadro completamente nuevo (perteneciente a la gama 2015), mucho más cuidado en líneas y más impactante, con las formas que se han seguido prácticamente hasta el modelo de 2020. El Mini Brain se actualiza, con nuevos ajustes externos y con la principal novedad de ese año, el sistema AutoSAG para hacer un ajuste de la presión muy sencillo. Specialized prueba el experimento de dividir parte de la familia Epic (y también la Stumpjumper HT, su rígida de competición hoy rebautizada como Epic HT) en las versiones World Cup y en las Marathon, las primeras con 5 mm menos de recorrido trasero (95 mm), compatibilidad únicamente con transmisiones monoplato, una geometría más larga y vainas más cortas. También estrena el sistema de almacenamiento SWAT, con las herramientas básicas incluidas en la bici.
2016. Segunda medalla olímpica para una Epic, también gracias a Jaroslav Kulhavý en Río de Janeiro (por detrás de Nino y por delante de Coloma). Esta vez sería de plata. Peter Sagan también participa en estas olimpiadas sobre, ¿adivinas qué bici? una Epic, claro.
2018. Specialized dice adiós al FSR por primera vez en una de sus dobles suspensiones, cediendo a la presión del mercado de recurrir a la elasticidad del carbono para simplificar mantenimiento y lograr un peso mucho más bajo. Adiós por tanto a la articulación Horst Link. El Mini Brain cambia de ubicación. Pasa de estar ubicado por delante de la puntera trasera a hacerlo por detrás de ésta, mucho más cerca del eje de la rueda y transmitiendo mejor las fuerzas a la válvula de inercia. Desaparecen las dos geometrías World Cup y Marathon y se unifica en una sola, ya que ahora cuentan con la Epic HT rígida como bici más enfocada a circuitos rápidos.
2020. La Epic de 2021 sigue manteniendo su carácter de carreras, pero muestra sus cartas para adaptarse a los tiempos y tomar la delantera por delante de muchos de sus rivales. Apuesta por una geometría muy lanzada en el triángulo delantero, alcanzado la cifra de los 67,5º de ángulo de dirección, y unas distancias enrte ejes bastante holgadas. Estéticamente da un giro, menos agresiva y con unas líneas más convencionales y clásicas. El Mini Brain se vuelve a rediseñar, ahora con un cuerpo secundario más grande que mejora el paso del aceite y con un diseño en el que se introduce de lleno en la vaina izquierda. Los modelos EVO pierden por priemra vez la tecnología Brain.