Hay muchas marcas con sillines de este tipo, debemos buscarlas en tiendas especializadas donde sabrán recomendarnos bien. Desde luego no te dejes engañar por la apariencia del sillín ya que contar con una gran abertura central no es sinónimo de un óptimo resultado. Toda la estructura de apoyo del sillín debe haber sido desarrollada en conjunto, tanto en sus formas como en sus materiales, y esto sólo lo consiguen las grandes marcas.
También tienes que saber que si quieres el mejor resultado no puedes comprar un sillín por internet, montarlo y a pedalear, te lo tienes que “probar” primero. Bueno, no exactamente probar, sino tomar la medida de tu pelvis para ver cuáles son los puntos de presión y elegir la talla de sillín adecuada. Esto, nuevamente, hay que hacerlo en una tienda especializada, donde tienen plantillas y formas para medirlo. En este sentido cabe mencionar que la primera marca que lanzó un sistema para medir la separación de nuestros huesos de apoyo fue SQlab, actual referencia en este tipo de sillines.
Antes de recomendarte un sillín concreto, desde la tienda también tienen que valorar el tipo de uso que haces de la bicicleta, porque según la inclinación que adoptamos sobre ella el ángulo y la presión sobre el sillín varían.