Las cosas han cambiado bastante con la llegada del tubeless, pero todavía los abrojos de otoño nos dan sorpresas, porque cuando “atacan” lo hacen en manada. De repente te encuentras en la rueda un montón de ellos pinchados. Puede que te los encuentres en casa después de la ruta, vas a coger la bici y te la encuentras sin aire. ¿Qué hacer?
Lo primero que tienes que hacer es quitar todos los abrojos, revisar bien el interior para asegurarte de que no queda ningún pincho, y después poner líquido nuevo o rellenar si es necesario, e inflar la rueda y rodar para que se sellen todos los agujeros.
Que el neumático tenga una docena de perforaciones no es motivo para sustituirlo por uno nuevo. Ten en cuenta que un neumático tubeless puede llegar a agotar su vida útil por desgaste y durante ese tiempo no haber sufrido ni un solo pinchazo. Bueno, no haberlo sufrido no, más bien no haberlo notado, porque rodando con líquido sellante puede haberse pinchado y autorreparado centenares de veces.