Hay muchos factores que afectan a los antebrazos y/o muñecas, por lo que es difícil identificar cuál de ellos puede ser el factor causante de tus molestias. Puede ser el ajuste de la suspensión delantera, la presión del neumático, la posición del manillar, el tipo de puños o su colocación…
Para ir descartando opciones, empecemos con la colocación de las manetas de freno.
Cuando vamos bajando, los músculos de los antebrazos son de los que más trabajan pues son los que accionan las manetas de freno. Para hacer que trabajen de una manera más cómoda y natural, hay que alinear las manetas de freno con los antebrazos. De esta forma los tensores trabajan en línea y además la articulación de la maneta no sufre estrés por ángulo forzado.
Para conseguir una posición natural, el brazo debe seguir una línea natural para sufrir menos.