Para determinar a qué se debe esa holgura que notamos lo primero que hay que hacer es descartar posibles orígenes, porque las holguras pueden venir de diferentes puntos.
Para detectar la holgura, basta con frenar firmemente con el delantero y ejercer un movimiento de delante-atrás en el manillar. Si hay holgura, lo sabrás. Revisa el apriete del eje de la rueda y también la dirección: toca con los dedos de una mano la cazoleta que gira, a la vez que haces el movimiento adelante-atrás. Si hay holgura también lo notarás. Mira también que el anclaje del disco de freno esté bien, ya sean tornillos o Center lock, una holgura del disco también nos propicia un vaivén.
Si en cambio viene de la horquilla, tendrás que meter los dedos detrás del puente, y tocar a la vez las barras y éste, para ver si hay juego. Este juego en las horquillas sugiere que hay un desgaste en los casquillos de fricción y que necesitan ser sustituidos. Todas las holguras son consecuencia de un desajuste o un desgaste y deben ser subsanadas para que no desencadenen un problema mayor.