Cuando estás habituado a montar por zonas poco técnicas y de repente empiezas a entrar en caminos con más dureza, subidas repentinas, toboganes, es fácil que te pase esto: que te quedes atrancado en una subida con un desarrollo demasiado duro. Intentas cambiar pero parece que los cambios van a explotar.
La solución es muy fácil: tienes que procurar anticiparte, cambiar justo antes, en previsión de lo que viene, y en la medida de lo posible evitando hacerlo en plena rampa. Realmente en mitad de una rampa puedes cambiar, pero no apretando los pedales con la cadena hipertensa. Tienes que dar un 1/4 de pedalada fuerte justo antes a realizar el cambio, para acelerar la bici y ganar un poco de velocidad extra que nos permita, a continuación, suavizar la presión sobre los pedales sin perder velocidad. Justo en ese instante realizaremos el cambio, durante el momento de inercia que hemos ganado previamente, para que la transición de la cadena de una corona a otra se realice casi en vacío.