En tierra seca, ya sea dura o suelta, el agarre del neumático siempre es menor, por lo que hay que hilar fino para conservar la adherencia.
Partimos de la base de que llevamos un neumático específico y una presión adecuada, por lo que tan sólo vamos a dar un par de sencillos consejos
1. Para empezar: primero, hay que repartir bien el peso. En las bajadas es un error echarse demasiado hacia atrás por encima del sillín, pues restamos peso de la rueda delantera y presión contra el suelo.
Hay que moderar la postura, repartiendo bien el peso. Una forma de forzarnos a hacerlo, es flexionando codos hacia los lados, así bajamos el pecho.
2. Otro consejo: nunca frenes a pistonazos, ni siquiera en línea recta. Es un gesto que solemos ver, y que causa una gran sensación de inseguridad.
Frena sólo con 1 dedo en la maneta, máximo 2, y presiona suavemente, dosificando la presión, de manera gradual y constante, nunca a intervalos fuertes ya que que lo único que hacen es bloquear la rueda delantera.