Lo más probable es que estés cargando demasiado peso sobre las manos, es decir, que tu centro de gravedad está demasiado adelantado, y por lo tanto, un porcentaje demasiado elevado de tu peso corporal recae sobre las manos. Para reducirlo, puedes trabajar en dos direcciones.
1. Retrasar y bajar ligeramente el sillín.
2. Subir la posición de las manos
Puedes medir la diferencia de altura que hay entre el sillín y el manillar. Para ello, lo más sencillo es medir desde el puño hasta el suelo y desde el centro del sillín hasta el suelo. Y ver la diferencia que hay entre ellas. Unos valores que podrían servirte de referencia aproximada serían estos:
- Si mides menos de 170 cm, el manillar debe estar al mismo nivel que el sillín o ligeramente por encima (20-30mm).
- Si mides entre 170 y 180 cm, el manillar debe estar o a nivel del sillín o 20-30 mm por debajo.
- Si mides más de 180 cm, el manillar no debe estar más de 40-50 mm por debajo del sillín.
Retrasar el sillín sobre los raíles es una operación sencilla y efectiva. Debes conseguir que el 60-65% de tu peso recaiga sobre el sillín. Y el 35-40% restante sobre las manos.
Lo más probable es que estés cargando demasiado peso sobre las manos
Haz el siguiente experimento
Pon la bici nivelada sobre un rodillo y mientras pedaleas, sin levantar el tronco, prueba a soltar las manos del manillar, Si no aguantas más de 3 ó 4 segundos y te caes hacia delante es que necesitas retrasar el sillín un poco más. Si no tiemes rodillo puedes hacerlo en marcha, pero es un poco arriesgado si no tienes dominio para ir sin manos.
Subir el manillar es fácil realizando los siguientes ajustes: añadiendo espaciadores entre la potencia y el cuadro, poniendo una potencia con más inclinación positiva y más corta y poniendo un manillar de doble altura. Usar cuernos puede ayudar para ir cambiando la posición de las manos. Y por supuesto, unos buenos guantes…
Texto: Yago Alcalde. www.ciclismoyrendimiento.com.