Entrenamiento MTB

Entrenar en Z2 por pulso y por potencia

Aunque no es nada nuevo, parece que entrenar a baja intensidad se ha vuelto tendencia. Sin embargo, tiene sus fundamentos y muy sólidos.

Miguel Ángel Sáez. biketraining.es

2 minutos

En Z2 por pulso o potencia

Hacerlo en tu Z2, esa franja de intensidad comprendida entre el 60 y el 75% de tu FTP o entre el 70 y el 65 y 75% de tu frecuencia cardíaca máxima puede darte grandes beneficios en el rendimiento, pero ... ¿es mejor guiarse por los vatios o por el pulso?

¿Qué nos muestra la frecuencia cardíaca?

Las pulsaciones reflejan el nivel de stress fisiológico que estamos experimentando ante cualquier esfuerzo. Y si tenemos en cuenta que en la Z2 estamos realizando un esfuerzo en el que debe primar la estabilidad en el metabolismo, es decir, que gracias al uso mayoritario de grasas como sustrato energético estamos manteniendo unos niveles estables de producción de lactato, por ejemplo, debemos saber que para trabajar en Z2 debemos ser capaces de tener unas pulsaciones estables.

Tenemos por tanto que evitar tanto disminuciones como aumentos de las pulsaciones durante el tiempo que pretendamos trabajar esa codiciada Z2. Por ese motivo, si seguimos un entrenamiento a unos vatios estables pero nuestras pulsaciones van aumentando con el paso del tiempo, esto nos indicará que nuestro organismo no está consiguiendo la estabilidad que se produce en Z2 y por tanto, estamos entrenando a una intensidad superior a esta zona.

¿Qué representa la potencia?

Los vatios o potencia que generamos representan nuestra capacidad de generar trabajo mecánico, es el mejor reflejo del esfuerzo que manifestamos sobre los pedales. Cuando trabajamos por potencia para entrenar en Z2 debemos asegurarnos bien de que hemos determinado bien la zona, para que, efectivamente, trabajemos en una situación de estabilidad metabólica.

 

Para ello, es necesario que al tiempo que mantenemos unos vatios determinados, generalmente entre el 60 y el 75 del FTP, comprobemos que el pulso no tiende a elevarse en más de 6-7 pulsaciones. Ee ese caso, estaremos trabajando realmente en nuestra Z2, siguiendo el parámetro de la potencia, pero llevando siempre un control secundario de las pulsaciones comprobando que estas no se disparen.

Pulso primero, vatios después

Esta circunstancia en la dinámica de ambos parámetros nos lleva a recomendar que para trabajar a ritmos estables, como en Z2, quizás sea más práctico y fácil hacerlo por pulsaciones, pues al reflejar el nivel de stress y exigencia fisiológica nos dan un feedback más directo sobre si estamos dentro o no de nuestra Z2, para lo que recordemos, es indispensable mantener niveles de pulsaciones estables. Si dispones de los dos parámetros, puedes usar el pulso directamente y comprobar que siempre va estable o bien los vatios, pero visionando el paralelo el pulso para controlar que no se dispare.

Otra particularidad, si usas vatios, es que yendo siempre a pulsaciones en tu Z2 verás que mejoras cuando para el mismo pulso, puedes ir a más vatios, algo que se producirá al cabo de varios entrenamientos en esa zona.

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