Para afrontar una trialera de subida hay tres claves: anticipación, cadencia e impulso. A medida que te aproximes a la zona técnica, guarda un poco de tu energía para los pasajes donde creas que la tracción va a estar más comprometida.
Selecciona una corona menos en el casete para bajar la cadencia y evitar pasarte de fuerza en la rueda, y aplica un plus de watios en ese punto concreto, que te ayudará a salvar ese paso más complicado.
A continuación toma más cadencia en los pasos de mejor adherencia, y reserva fuerzas de cara al siguiente paso técnico. Levanta la mirada para encontrar la mejor trazada, y repite lo anterior, entra en los pasos difíciles con la mayor velocidad que tus piernas te permitan, con un cadencia baja, para que la inercia del impulso te ayude a superarlos.